Los manglares de este
territorio de los EE.UU. han sido eliminados, mientras que la polución causada por el
petróleo es una amenaza significativa. De todas formas, la peor amenaza para los
arrecifes de las Islas Vírgenes americanas son el turismo de masas y las epidemias de las
poco entendidas enfermedades de los corales. Los barcos que anclan en el Parque Nacional Virgin Islands, en la isla de
St. John, someten a estres a los arrecifes de la zona, según un estudio efectuado en
1987, un solo barco con 8 metros de cadena de ancla puede dañar más de 500 metros
cuadrados de arrecife en un solo punto.
Cruising World informó en Enero
de 1996 que el número de barcos que anclaban en el parque 30.000 en 1987 se
incrementa de forma imparable desde hace una década.
En 1995, las Islas Vírgenes Americanas
multaron a la Holland America Cruise Lines con 300.000 dólares por permitir que uno de
sus cruceros soltase prematuramente su ancla de una tonelada, destrozando una sección de
un arrecife. Las multas se destinaron a la restauración del arrecife, pero solo un 2%
había vuelto a crecer en 1995, siete años más tarde.
Una enfermedad de rápido contagio ha
atacado recientemente los arrecifes de coral de St. John, y otras islas han sufrido del
blanqueamiento del coral hasta el punto que John Ogden, un biólogo marino del Florida
Institute of Oceanography, dijo a la revista "Audubon" en 1996: "Era
totalmente desconcertante. El arrecife entero era invariablemente de color blanco. En el
entorno marino, el blanco es el color de la muerte".
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