La enfermedad del
blanqueamiento de los corales y la invasión de las estrellas "coronas de
espinas" (Acanthaster) han dañado severamente los arrecifes japoneses, como
lo hacen el creciente turismo y el sedimento proveniente de las construcciones costeras,
la agricultura y los dragados. Los
arrecifes de Okinawa están particularmente afectados por la construcción y la
agricultura, así como por una de las invasiones de estrellas "corona de
espinas" más importantes que se conocen. La voraz Acanthaster casi eliminó
los corales de la costa Oeste de Okinawa entre 1969 y 1977.
El sedimento ha colmatado los corales
alrededor del resto de la isla y, aun cuando un grupo de activistas locales bloquearon el
plan del Gobierno (en 1979) para construir un aeropuerto en una llanura cercana a los
arrecifes, el sedimento de las areas deforestadas se ha incrementado desde entonces,
convirtiéndose en una amenaza mayor, aunque menos visible.
El sedimento proveniente de los campos
limpiados para cultivar caña de azúcar y otras cosechas amenaza los particularmente
exhuberantes corales del distrito de Shiraho en la isla Ishigaki, unas 300 millas al
Sudoeste de Okinawa.
En la conferencia mundial de las Naciones
Unidas de Junio de 1997, el primer ministro japonés Ryutaro Hashimoto anunció una
iniciativa ambiental de gran alcance para monitorizar la lluvia ácida, reducir las
emisiones de gases de los invernaderos, proteger los arrecifes de coral del Pacífico, y
transferir la tecnología ecológica a los paises en vias de desarrollo para ayudarlos en
esta tarea.
Con estos pasos, dijo Hashimoto, Japan
continúa comprometido con los objetivos de la conferencia mundial de Rio en 1992, a pesar
de las "severas limitaciones presupuestarias" debidas a la recesión
económicaque ha habido después de los años 80.
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