Las más de 17.000
islas de Indonesia representan el corazón de la diversidad del coral en el Sudeste
asiático, pero los arrecifes están dañados, tanto más como nos vamos moviendo hacia el
Oeste: en el Este están en excelentes condiciones, pero el crecimiento de la población
en el Oeste con la polución asociada y la sobrepesca están destrozando los arrecifes de
esta zona. Los arrecifes de
Sumatra y Java han sido colmatados por el sedimento, envenenados por la polución
orgánica y sobreexplotados.
En la Indonesia central han sucumbido a
la pesca con explosivos y con cianuro, así como a la simple pesca intensiva. Irian Jaya
tiene algunos de los manglares y arrecifes más diversos, pero están sucumbiendo a la
presión de la tala comercial de árboles, limpieza de terrenos y el vertido de sedimentos
consecuente. La sobre-extracción de roca y arena de coral en Jakarta y Banda también se
cobran su tasa.
El Gobierno de Indonesia, con una débil
economía en sus manos, por lo menos hace el esfuerzo nominal de evitar la explotación de
los arrecifes. La policia de la Isla de Selayar arrestó a 14 pescadores en Diciembre de
1997 por pescar con explosivos en los arrecifes cercanos al parque nacional de Taka
Bonerate, como parte de una campaña mayor para proteger el parque.
Pero no todo el mundo encuentra
convincente este esfuerzo: En Marzo de 1998, un oficial de la normalmente tímida UNESCO
anunció insistiendo, incluso que Indonesia tiene que darse cuenta de que sus
arrecifes están amenazados.
"Un arrecife de coral envenenado con
cianuro o destrozado por la dinamita no puede sobrevivir y continuar alimentándonos más
que un padre o una madre inválidos por el veneno o a los que les falte una pierna por
culpa de una explosión" advirtió el director para Indonesia de la UNESCO Steven
Hill.
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