La Ballena Franca Austral
Por Luis Burgueño

as ballenas pertenecen al orden de los cetáceos, el
cual se divide en misticetos -cetáceos con barbas- y odontocetos -cetáceos con dientes-.
Existen en la actualidad once especies de grandes ballenas y setenta y seis especies de
delfines.
Los primeros fósiles encontrados datan
del período EOCENO, que comienza hace cincuenta y cinco millones de años. De
estos antecesores, se comprobó que descienden todos los cetáceos. Conforme a los
estudios anatómicos y de proteínas efectuados, sus antecesores en tierra pudieron ser
los ungulados: caballos, ovejas y camellos. Estudios llevados a cabo en la actualidad, sin
embargo, dan cuenta de que el antecesor de las ballenas podría ser un animal muy parecido
al lobo.
BALLENA
FRANCA DEL SUR
(Eubalaena australis)

El nombre científico proviene del griego
"EU" (verdadera), "BALAENA" (ballena) y del latín
"AUSTRALIS" (sur).
Presenta el cuerpo curvado, carece de
aleta dorsal y de surcos o pliegues ventrales. La mandíbula superior es larga y estrecha,
con el cráneo arqueado. La cabeza ocupa el 25% del largo total del cuerpo; presenta, en
ciertas zonas, vistosas callosidades de queratina que son, en realidad, colonias de
ciámidos.
Su aliento es expulsado por dos
espiráculos, que dibujan en el aire dos chorros en forma de "V", acción
típica de la ballena franca austral.
LONGITUD
Las hembras son aptas para la reproducción cuando alcanzan los 13/16 metros
(3/4 años); los machos son más cortos que las hembras: 12/14 metros. El largo máximo
observado en ejemplares, en Península Valdés, es de 17 metros para las hembras y de 16
metros para los machos.
Los ballenatos -cachorros de ballenas- nacen con una longitud de 5,5 m y crecen
aproximdamente 3,5 cm por día, durante los primeros dos meses de vida, alcanzando un peso
máximo para la especie de 30/40 tn. Llegan a tomar hasta 200 litros de leche diarios;
dicha leche contiene un altísimo porcentaje de grasa. A diferencia de otros mamíferos,
como el ser humano, el amamantamiento no es inconsciente; muy por el contrario, el animal
acerca su boca a la madre y ésta "expulsa" un chorro de leche.
ALIMENTACIÓN
Los huesos del maxilar superior forman
una curva, de la cual cuelgan entre 230 y 380 (promedio 260) barbas corneas; estas barbas
reciben el nombre de ballenas (de allí el nombre de los cetáceos) y miden hasta 2,40 m
de largo, hallándose cubiertas por un pelo corto y duro.
Las barbas son utilizadas para el filtrado de alimento. La ballena, con la boca
entreabierta, nada buscando su sustento; cuando llena la capacidad bucal con alimento
-básicamente, pequeños crustáceos y plancton- , empuja la lengua contra el paladar
generando una presión que obliga al líquido a salir a través de las barbas, quedando el
alimento atrapado entre los pelos de las barbas y el cuerpo de las mismas.
Si bien la zona de Península Valdés no es el área de alimentación de esta especie,
puede registrarse alguna actividad de este tipo al final de la temporada
(octubre/noviembre), antes de iniciarse la migración de los animales hacia las verdaderas
áreas de alimentación, donde son abundantes los bolsones de krill. En la zona de
Península Valdés, es común que se crucen con grandes concentraciones de tenóforos -de
gran contenido proteico- y calamares.
REPRODUCCIÓN
La gestación de las ballenas es de 12
meses y el período de amamantamiento del cachorro se extiende por un lapso similar.
Tienen un ballenato cada tres años. Las hembras con capacidad de reproducción regresan
al área de Península Valdés cada tres años. Los machos adultos y subadultos tienden a
retornar al lugar cada año.
Desde el año 1970, Roger Payne, del Whale Conservation Institute (WCI), estudia estas
ballenas y elaboró un catálogo de reconocimiento de individuos de esta especie, basado
en las distintas características que presentan las callosidades que se encuentran
ubicadas en la parte superior de la cabeza y dorso.
Dichas callosidades, de estructura
queratinosa y consistencia dura, adoptan distintas formas y se disponen de manera
diferente en cada ballena, posibilitando la identificación de éstas. Utilizando este
método se pudo determinar que la población de ballenas de la especie Franca del Sur que
visita Península Valdés supera los 600 ejemplares (el 20 % de la población mundial).
Y ELLAS LUCHAN POR
REESTABLECERSE...
Remontándonos en la historia, existen
dibujos de ballenas que datan del año 2.200 A.C.; dichos dibujos se encontraron en
Noruega. Los esquimales cazaban ballenas hace 3.400 años, en Alaska.
Antes del siglo XII, los vascos
arponeaban ballenas, a fuerza de brazo, desde pequeños botes a remo.
La Ballena Franca, por su lentitud al
desplazarse y por el hecho de flotar al morir, además de ser proveedora de gran cantidad
de aceite, era considerada como la ballena «francamente» ideal para cazar. De ahí su
nombre: BALLENA FRANCA.
En el siglo XII, la Ballena Franca desapareció de las aguas de Groenlandia y los
balleneros europeos se dirigieron hacia costas de Escandinavia, diezmándolas
rápidamente.
Las citas podrían seguir en forma interminable; mientras crecía la industria ballenera,
muchas especies fueron diezmadas, cruelmente, en nombre del progreso y de los beneficios
económicos. En 1.725 salió de Dundee (Escocia), la Primera Expedición Ballenera a los
Mares del Atlántico Austral.
La caza de ballenas y pinnípedos (lobos marinos y focas)
en nuestros mares, por parte de marinos ingleses y norteamericanos, se hizo intensa
después del año 1750. Comenzó en Malvinas y continuó hacia las costas patagónicas
hasta Cabo de Hornos, Isla de los Estados y otras, actuando con total impunidad.
En la actualidad, solamente Rusia y Japón operan con grandes flotas balleneras mientras
que Noruega, escudada en la caza científica, lo hace en menor escala.
La Ballena Franca está protegida desde el año 1.935, protección que se reitera en el
año 1.946 cuando se forma la «COMISION BALLENERA INTERNACIONAL» (CBI), a la cual se
adhieren la mayoría de los países balleneros.
En Bringhton, Inglaterra (1982), se logra que los integrantes de la CBI firmen una
moratoria con 25 votos a favor, 7 en contra y 2 abstenciones, lográndose la prohibición
mundial de caza de ballenas desde el año 1985 al 1990. Esta moratoria permitirá,
probablemente, aumentar la población de los cetáceos.
Si tenemos en cuenta que la totalidad de los productos que se extraen de las ballenas
tienen substitutos en tierra, resulta aún más irracional la matanza que exterminó a los
«gigantes del mar».
La población de Ballenas Francas, al inicio de la matanza y según datos de la CBI,
alcanzaba los 100.000 ejemplares. Al finalizar la matanza, su número era de
aproximadamente 300. Hoy, gracias a la diversidad genética en ese pequeño grupo, la
población de ballenas está creciendo a un ritmo del 7% anual, alcanzando la población
actual el número de 2700 individuos.
LA BALLENA
FRANCA EN PROBLEMAS

A los problemas que desde décadas viene
sobrellevando la ballena franca,hoy se le suma el del acoso de las gaviotas que se
alimentan con trozos de su piel.... Este comportamiento que se viene observando desde hace
unos años, hoy resulta incrementado.
EL PROBLEMA
Un particular comportamiento de las gaviotas es el
de alimentarse de trozos de piel que se desprenden de las ballenas cuando realizan
diversas actividades, como saltos y roces durante la cópula. Dicho comportamiento se vio
agravado por el incremento del número de gaviotas, dada la gran disponibilidad de
alimento en los basurales de la ciudad de Puerto Madryn. Esto originó que las gaviotas no
sólo coman los trozos desprendidos de piel que flotan en el agua sino que, además,
perturben a las ballenas con el picoteo directo que efectúan sobre sus dorsos.
Tal comportamiento trae aparejado la aparición de grandes úlceras e infecciones en la
piel de las ballenas y un desgaste de energía consumida en el proceso de sumersión, al
que se ven obligadas para escapar del ataque. La mencionada situación es aún más grave,
si se considera que las ballenas no se alimentan durante su estadía en la península y
que el amamantamiento de los cachorros le insume a las madres gran cantidad de calorías.
No se sabe exactamente el alcance del problema, aunque se teme que este expendio de
energía impida que las ballenas tengan la fuerza necesaria para alcanzar, exitosamente,
las áreas de alimentación.
¿HAY SOLUCION?
La caza indiscriminada produjo un brusco
descenso en el número de ejemplares de ballenas francas y la gran disponibilidad de
alimento en los basurales motivó un alarmante aumento en la población de gaviotas.
Si tales manipulaciones tuvieron como origen al hombre, la solución también deberá
partir de él. No se puede dejar que la naturaleza actúe en una especie que está a
merced de cualquier contratiempo y que no cuenta con suficientes ejemplares como para
soportar las "bajas" necesarias hasta que el problema se solucione o se
equilibrie por sí mismo.
Aunque todavía se desconoce la solución, hay gente trabajando en la recolección de
datos estadísticos que sirvan para establecer la magnitud del problema, base fundamental
para alcanzar una solución razonable.
Lo que sí se sabe es que no todas las gaviotas tienen este comportamiento, y que existe
la posibilidad de que se transmita de generación en generación; de tal modo, una posible
solución sería, teniendo en cuenta el número desmedido de gaviotas, eliminar los
ejemplares que presentan este comportamiento.
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Más referencias sobre el tema en
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© Texto y dibujos: Luis Burgueño 1997
© Arreglos: Adriana Flores
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