Los arrecifes de las
Islas Marianas del Norte están amenazados principalmente por los volcanes, los
terremotos, y los ciclones tropicales, pero en las Islas Marianas del Sur el peor enemigo
es el Homo sapiens: la base militar de Guam, las instalaciones turísticas y el desarrollo
costero, que degradan los arrecifes, sobre todo por la sedimentación que ahoga los
anteriormente sanos corales. Desde
1975 se ha doblado la tasa de erosión del suelo de Guam, debido a la construcción de
carreteras y por la destrucción de bosques por el fuego. Se estima que se pierden 243
toneladas de tierra por acre y año.
Los residuos orgánicos y otros problemas
de las poblaciones humanas también dañan el ecosistema de coral, y la sobrepesca está
documentada de hace tiempo, observándose una disminución de capturas del 70% en los doce
años anteriores a 1997.
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