¿Por qué mueren
los Delfines?
por Yelitza
Linares

El Delfín, un animal con personalidad.
os delfines tienen mucha empatía con los seres humanos porque
tienen personalidad, carácter y estados de ánimo. También disponen de una alta
capacidad cerebral, que les permite recordar hechos, reaccionar a estímulos y aprender
conductas. Se comunican a través de vocalizaciones y de ondas sonoras de ultrasonidos.
Generalmente se mueven paralelos a las
costas, donde exista disponibilidad de pescados y calamares, y haya una temperatura
adecuada.
Poseen jerarquía social, con un líder,
y suelen moverse en grupos, en los que los machos van en las afueras, y las hembras las
crías en el medio. Son muy curiosos con las embarcaciones, a las que en ocasiones
acompañan durante dos horas. Los pequeños son los más juguetones. Cuentan con una
nodriza, que se ubica debajo de la parturienta, para recibir e impulsar hacia arriba a la
cría para que respire. Tiene un período de gestación de 12 meses y pueden llegar a
vivir 40 años.
Sus depredadores más comunes son las
orcas y los tiburones, aunque un gran delfín puede llegar a engullirse a un escualo.
¿Por qué mueren los delfines?
- Los delfines viven en el mar, pero
respiran como cualquier humano, y se ubican en el espacio mediante ondas sonoras. Al
vararse en las playas, el peso les presiona la caja torácica los puede asfixiar.
- El cetáceo enfila hacia la costa
(varamiento) debido a diversas causas, a veces no puede regresar al mar (encallamiento) y
fallece
- Contaminación por metales, aguas de
cloaca, químicos, etc.
- Traumatismos (lesiones con anzuelos,
envueltos en redes).
- Estrés generado, por ejemplo, al quedar
atrapados.
- Infecciones.
- Desorientación o malestar del líder. La
manada sigue a su jefe, y pueden sucumbir con él.
- Enfermedades como problemas circulatorios,
dificultad respiratoria, deshidratación.
- Cambios de temperatura. El enfriamiento o
el sobrecalentamiento del mar los afecta.
Fuente: Salvador
Boher-Profauna/Manual de Cites. Documentación: Vanessa Davies.
Primer Caso en Venezuela.
El pasado domingo 4 de Enero de 1998,
José Ramón Salazar, encargado de un Campamento Turístico de la Isla de la Tortuga en
Venezuela, avistó un centenar de delfines muertos a la orilla de la bahía que se
encuentra entre Playa Caldera y Punta Delgada, al noroeste de esta Isla. "Pensé que
eran montículos de arena" dijo,.
Después de percatarse de que se trataba
de cetáceos sin vida, descubrió que en el agua, cerca de la costa, otra manada de los
mismos mamíferos se movían ansiosos. "Eran como 80, pero entre los turistas y yo,
ayudados con lanchas y veleros, logramos espantarlos y arrearlos mar adentro. Esos se
salvaron. Sólo uno mas chiquito, que yo mismo cargué y llevé nadando hacia el fondo, se
regresó a tierra en la noche y hoy amaneció muerto", contó Salazar en la tarde del
pasado Lunes 5.
La marea ya se había llevado una buena
cantidad de los cuerpos inertes y en el agua permanecían flotando 18 animales muertos,
mientras a la orilla blanca de la hermosa playa estaban 75 cetáceos en proceso de
descomposición. El Biólogo marino Jaime Bolaños acotó: "Es la primera vez que
ocurre un varamiento tan masivo de delfines en Venezuela.
Si se ha dado en otras partes del
mundo... (tal como lo reseña nuestro artículo anterior de un caso similar en Ecuador,
por Guillermo Loedel. "Setenta delfines...ecos de
dolor")..., pero en el país habíamos visto encallamientos de numerosos
cachalotes. Hace dos años, la Red de Varamiento de Nueva Esparta logró rescatar en
Margarita un grupo de 18 delfines que se habían varado".
Causas, muerte natural.
Técnicos del Ministerio del Ambiente
Venezolano, analizaron los cuerpos de los cetáceos y recogieron las muestras necesarias
para hacer los análisis de laboratorio.
En la costa no había evidencias de
contaminación. La hipótesis que tiene más peso es la del hecho natural (varamiento).
Jaime Bolaños, quien es especialista en mamíferos marinos, explicó que el encallamiento
pudo haber ocurrido porque uno de los delfines líderes estaba enfermo, buscó las
cercanías de las costas para descansar y obtener oxígeno, al mismo tiempo emitió
llamados de auxilio, a través de ondas, a sus compañeros.
"...Esta especie tiene fuertes
lazos sociales por lo que permanecen unidos en grandes grupos. He llegado a contar manadas
de 400 delfines. Es probable que los demás hayan acudido en su ayuda y al llegar a la
orilla encallaron sin poder regresar, y murieron por sobrecalentamiento, de cualquier
manera vamos ha esperar los resultados..." Los resultados encontrados para el
día 7 de Enero de éste año mantenían ésa hipótesis.
El personal de Calidad Ambiental del
Ministerio, tomaron muestras de aguas en cuatro puntos distintos de la bahía, donde se
presentó la mortandad. También midieron en el sitio los valores de oxígeno disuelto, pH
y temperatura, los cuales se encontraban en niveles normales.
El último sobreviviente.
Cuando la patrulla del Destacamento No.
905 de Vigilancia Costera de la Guardia Nacional Venezolana entró en la mañana del lunes
a la bahía de la Isla la Tortuga, permanecía un delfín vivo cerca de la playa.
Contó el Teniente Orlando Mendoza:
"...Lo orientamos con la lancha hacia el fondo del mar y se devolvía hacia
tierra. Lo amarramos con una cuerda y lo llevamos de nuevo hacia aguas profundas, pero
regresaba. Después nos dimos cuenta de que se hundía y no podía subir a respirar; fue
cuando dos guardias nacionales lo buscaron en el fondo del mar, lo subieron y con dos
salvavidas lo mantuvimos en la superficie, mojándolo constantemente. No abría los ojos.
Así permaneció durante 3 horas hasta que murió a las 4 de la tarde..."
Este delfín fue congelado y llevado por
el personal del Destacamento No. 907 de la Vigilancia Costera, con sede en Guanta Puerto
la Cruz, para ser analizado por especialistas del Fondo Nacional de Investigaciones
Pesqueras (Foaniap) y expertos de la Universidad de Oriente.

© Texto: Yelitza Linares
Enviado por Carlos A. Martínez, SUBVITUR
Publicado por gentileza de Menssana
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