M@re Nostrum

El Bogavante (Homarus gammarus)
por Josep Mª Dacosta

bandamed.gif (223 bytes)

uando se tiene la suerte de descubrir un escondrijo de bogavante, el buceador sabe que cada vez que visite este sitio tiene muchas probabilidades de observar nuevamente a este animal. Así, si tiene amigos submarinistas que no lo han visto nunca, puede invitarlos a admirar uno de los animales más atractivos del Mediterráneo.

El bogavante europeo es interesante por varias razones. En primer lugar, cabe decir que no es un animal frecuente. De hecho, la mayoría de ejemplares de bogavante que vemos en nuestras pescaderías son animales procedentes del Atlántico (Homarus americanus). Por otra parte, siempre es emocionante localizar algunas conchas de bivalvo rotas por esta especie cerca de una roca grande, a una profundidad superior a los 15 metros -cota a la que no llega la mayor parte de los pescadores submarinos-. 

Si nos fijamos bien, el bloque rocoso en cuestión puede albergar un bogavante. Hay que decir que estos decápodos prefieren un recoveco que cumpla dos propiedades, como estar en contacto con un fondo arenoso o de grava y además que esta guarida sea profunda.


Bogavante (Homarus gammarus)
Fotografiada el 2.6.2001 cerca del puerto de Roses, por Miquel Pontes

El bogavante -nocturno y solitario- es, a ojos del buzo y si es localizado durante el día, un animal tímido que se esconderá dentro de su anfractuosidad. Aún así, le dará tiempo de comprobar dos aspectos: su bonito color azulado y que las dos pinzas son distintas entre si, es decir, la derecha sirve para triturar (y puede cortar un dedo) y la izquierda para cortar.


Las armas del bogavante
Fotografiada en inmersión nocturna el 9.6.2001 en L'Escala, por Miquel Pontes

El bogavante es capturado por los pescadores profesionales gracias a las redes de tipo "trasmallo" y por las nasas, una especie de trampas en las que, atraídos por un trozo de pescado muerto, los bogavantes entran pero no salen. 

El bogavante pierde su bello color azul cuando es cocido -al igual que muchos otros crustáceos- y su sabor es excelente. Su gran tamaño y sus pinzas le dan un aspecto inconfundible y por esta razón ha sido muy representado en las artes plásticas como por ejemplo el Lobster Telephone (1936) de Salvador Dalí que se puede admirar en la Tate Gallery de Londres.


Lobster Telephone (1936) de Salvador Dalí, 
puede admirarse en la Tate Gallery de Londres.

bandamed.gif (223 bytes)

 

  Navegación rápida

   


Aviso Legal

© Miquel Pontes 1996-2024  Todos los derechos reservados


Última modificación: 01 enero 2024 10:18


Hemos recibido visitas