Pez Golondrina
(Dactylopterus
volitans)
Sinónimo: Cephalocantus volitans


Conocido en aguas catalanas como
"xoriguer", "roncador" u "oreneta", este pez es inconfundible por su
original aspecto. Mide unos 20 a 30 cm de largo, con un máximo de 45-50 cm.
El cuerpo tiene sección cuadrangular en su parte anterior y se va
estrechando hacia la cola, donde la sección es redondeada. Está recubierto
de escamas fuertes y rugosas. Su coloración es marronosa con manchas, las
aletas son de color azul oscuro o negro con manchitas y bandas azules.
Carece de línea lateral.
La cabeza rodeada de una coraza ósea y
rematada con un escudo nucal que se prolonga en dos puntas agudas. Boca
pequeña, con dientes solo en las mandíbulas. Ojos grandes y redondos.
Opérculos con una espina ósea dirigida hacia atrás. Aberturas branquiales
estrechas y verticales.
Las aletas de los costados o pectorales son
muy grandes y en forma de abanico, y son características de este pez. Estas
aletas le sirven para desplazarse, pero también como protección, pues cuando
las despliega súbitamente, el pez aparenta un tamaño muy superior al real.
Puede realizar una serie de sonidos con las
mandíbulas cuando está bajo el agua, de donde le viene uno de sus nombres
populares, el de roncador.
Vive en fondos arenosos y fangosos, entre
los 10 y 40 metros de profundidad. Se alimenta de pequeños crustáceos y
otros invertebrados propios de los fondos blandos en que vive, empleando la
parte anterior de las aletas pectorales para localizarlos.
Se reproduce en verano cerca de la costa.
Su distribución abarca el Mediterráneo y el Atlántico, las costas de África
y de Sudamérica.
Cada vez se capturan menos ejemplares pues
son muy escasos en nuestras costas y, además, su carne no es muy apreciada.

Un ejemplar de este pez
varado en la playa del Perelló (Valencia, España)
Foto tomada por Jorge Fernández el 6 de octubre de 2004
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Deseo expresar aquí
mi reconocimiento a GoAb, una amiga cuyo tesón en la búsqueda
de soluciones a los pequeños enigmas de la vida la llevó a descubrir
este pez. También quiero agradecer la atención desinteresada de
Felipe, el pescadero, y de su mujer, que tenían este animal en
exposición a sabiendas de que no lo iban a vender.
Por último,
gracias a Jorge Fernández por sui desinteresada colaboración con
la foto. Él también encontró respuestas en este texto.
Gracias a todos por vuestro interés en aprender y enseñar. |

© Texto: Miquel Pontes
© Dibujo: GoAb
© Foto: Jorge Fernández |