MNEMBA
"Cabeza de Pulpo"
Buceo en Zanzíbar
por Íñigo
Almenara

incuenta
minutos. Ese es el tiempo que se tarda en navegar a través de las doce
millas que nos separan de la hermosa playa de Kiwengwa, en la paradisíaca
isla de Unguja, la mayor de las pertenecientes al archipiélago de
Zanzíbar.
Desde
el embarcadero y mirando hacia el norte, casi podemos vislumbrar el perfil
de su pequeña silueta. Zarpamos y lentamente abandonamos la isla confiando
plenamente en la habilidad de nuestro patrón para sortear los arrecifes y
los bancos de arena que, debido a la marea baja, pueden resultar
peligrosos para la embarcación.
Son las nueve de la mañana, el mar esta en calma y
el viento aún no es demasiado fuerte. Los dhows, típicos barcos de pesca,
con su silueta estilizada y formas casi imposibles, parecen querer dibujar
una bonita postal que llevarnos de recuerdo.
Un pequeño alboroto en medio del azul nos pone a
todos alerta. Un grupo de tiburones están desayunando, dándose un festín con
un enorme cardúmen de pequeños peces. Se muestran totalmente indiferentes a
nuestra presencia cuando nos acercamos a ellos.
La travesía llega a su fin, poco a poco el barco se
detiene al entrar en la laguna interior del arrecife donde tendrán lugar
nuestras inmersiones.
Una manada de catorce delfines nos da la bienvenida,
invitándonos a sumergirnos con ellos en el verde turquesa de unas aguas que
parecen querer reflejar la vegetación de la isla. A su lado, la blanca arena
perfila el contorno del lugar, dándonos la sensación de que el lugar ha sido
creado como un capricho de la naturaleza.
Una
vez en el fondo, y por desgracia, parte de lo que vemos nos hace volver a la
realidad. Esta cruda realidad basada en la pesca indiscriminada con
explosivos, que está mermando de forma alarmante tanto la fauna ictiológica
como la coralina. Por suerte, el gobierno comenzó una campaña de presión en
1977 que parece haber surtido cierto efecto. Hay personas que se preocupan
por ello, como es el caso de divestyle@mlmag.co.za que por medio de esta
dirección piden ideas a los buceadores para atajar tanto esta práctica como
el comercio de corales y conchas, así como la venta en los mercados locales
de delfines y peces tropicales.
También “el Niño” da muestras de haber pasado por
este lugar: los corales muertos, blanqueados, dan buena cuenta de las
devastadores consecuencias del calentamiento global sufrido en el año 98.
No quisiera que la lectura de estas líneas llevase a
una conclusión errónea. Bucear es como abrir una caja de Pandora, solo hay
que saber buscar dentro de ella para poder disfrutar de todo lo que nos
ofrece.
Quizás todos los secretos que encierra el atolón de
Mnemba en torno a su arrecife no estén a la vista, ya que muchas veces
catalogamos la belleza de un lugar dependiendo del tamaño de lo peces que lo
habitan. Seria necio por mi parte no querer escribir sobre parte de lo que
allí pude ver. Espero que otros puedan contar lo que me dejé, si es que
antes no cuelgan a la entrada el cartelito de “especies en peligro de
extinción”.
MNEMBA ISLAND
La
isla de Mnemba,”cabeza de pulpo”, es una pequeña isla de una milla de
longitud y situada a poco más de una milla de la costa noreste de la isla de
Unguja, en el archipiélago de Zanzíbar.
La isla esta protegida por un arrecife coralino
circular, de unas 10 millas de longitud, que le proporciona la forma de
atolón y encierra en su interior una laguna de aguas cristalinas. La
temperatura del agua siempre ronda los 27º-28º C.
En la zona sur del arrecife, donde nosotros
realizamos nuestras inmersiones, el fondo dominante era el de arena y
delimitaba la profundidad alcanzada a los 18-20 metros. A partir de esa
profundidad los corales dejaban paso a las esponjas, especialmente a
Xetosponjia testudinaria y a otros tipos de demoesponjas que se convertían
en los principales habitantes de la zona.
Una particularidad, por lo menos en los lugares
donde transcurrieron nuestras inmersiones, fue la ausencia tanto de
gorgonias como de corales blandos del genero Dendronephthyla, tan común en
otras zonas del Índico.
LO QUE PUDIMOS VER
Grouper’s
rock, Shark reef, Turtle reef, South garden, Wattobi, Aquarium… Tanto estos
nombres, pertenecientes a las zonas de buceo del atolón de Mnemba, como
muchos otros en cualquier otro lugar del mundo, son elegidos tomando el
nombre de las especie mas representativa que habita en esa zona, el nombre
de un pecio, una cueva, etc. A veces, el nombre no da una referencia clara
sobre lo que podemos encontrar, por lo que es la imaginación del buceador la
que debe visualizar los posibles hallazgos submarinos pero, por norma, la
realidad sobrepasa con creces todo lo que nos podamos imaginar.
Quizás en otros mares podemos salir desilusionados
si el pecio que daba nombre a tal o cual lugar de buceo no cumple con las
expectativas que nos habían anunciado, o si las rayas que vendrían a comer
de nuestra mano no están ese día por la labor, pero en el Índico, si los
meros o los tiburones que teníamos que encontrar no aparecen, seguro que
habrá un cardumen de carángidos que pasan cazando, nadando como flechas a
nuestro alrededor, o una raya de puntos azules parecerá volverse loca a
nuestro paso, o tal vez un pez ballesta protegiendo su puesta se abalanza a
morder al primero que pase por su lado.
Puede
ser que los lugares donde nos sumerjamos tengan nombres tan sugerentes como
Aquarium o Watabomi, tan llenos de corales que puedan convertirse en un
buceo monótono para algunos buceadores, pero seguro que los suaves aleteos
de una tortuga boba acercándose, los vivos colores de un pez león o la
inmovilidad de un pez hoja nos hacen desear volver a sumergirnos tan pronto
salimos del agua.
Seria imposible poder enumerar la cantidad de
especies con las que nos pudimos encontrar, así que aquí tenéis un pequeño
resumen de lo que pudimos ver.
MNEMBA WRECK
Una gran cadena de ancla junto a algunos restos es
todo lo que queda de un pequeño barco que descansa entre 5 y 6 metros de
profundidad. Una gran cantidad de peces de arrecife, junto a los peces
león son sus nuevos pasajeros.
WEST GARDENS
En el atolón de Mnemba existen muy buenos puntos
de buceo para las personas que, sin querer cargar con el aparatoso equipo
de buceo, se deciden por el snorkel, o bien desean iniciarse en la
práctica de este bonito deporte mediante un curso.
Uno de ellos es West Gardens. Aquí, junto a los
corales madreporarios se pueden ver langostas, peces de arrecife tan
vistosos como los peces cirujano, los peces mariposa, los peces ángel,
etc. También es posible encontrarnos con alguna serpiente marina.
GROUPER’S ROCK
En
este buceo multinivel, que comienza en los cinco metros y llega hasta los
20 metros de profundidad, es fácil encontrarnos con barracudas, grandes
carángidos, tortugas bobas, así como con los meros de distintas especies
que dan nombre al lugar.
AQUARIUM
¿Qué es con lo que te puedes encontrar si buceas
en un acuario? Ídolos morunos, peces loro, peces cirujanos, lutjánidos,
rayas, peces cocodrilo... estos son solo una pequeña parte de los peces
que, pululando alrededor de los corales duros y blandos que les sirven de
resguardo, forman parte de este gran acuario.
WATABOMI
Otro buen lugar tanto para hacer snorkel como para
principiantes. De diciembre a abril se puede ver -todo depende de la
suerte que se tenga- algún tiburón ballena y delfines.
KICHWANI SPOT
En este buceo la profundidad puede variar entre
los 25 y los 45 metros, en función de la experiencia del buceador.
Carángidos, platax, tiburones de arrecife y rayas son visitantes asiduos
de este lugar. Un pez napoleón hembra llamado Berta acudirá con casi toda
seguridad a darnos la bienvenida.
TURTLE REEF
Otro
lugar muy adecuado para buceadores sin mucha experiencia.
Sin duda alguna, aparte de los innumerables
corales, las tortugas bobas son las reinas del lugar.
BIG WALL
Para muchos ésta es la inmersión estrella del
atolón. Una pared vertical que desciende rápidamente hasta los 90 metros
de profundidad, junto con las fuertes corrientes, hacen que solo sea
posible visitar el Big Wall en días muy contados.
Aquí podemos encontrar tiburones de arrecife, el
tiburón tigre, mantas y con suerte y dependiendo de los meses del año,
algún tiburón ballena. En fin, todo un lujo.
DOLPHIN PARADISE
En 10 metros de profundidad es posible poder
bucear con un grupo de delfines, si ellos quieren, claro está.
INDIAN GATE
Como el nombre indica es una puerta que, desde un
fondo de arena a 18 metros, baja verticalmente hasta los 45 metros, dando
paso a una gran cantidad de peces, tortugas y algunas veces tiburones
puntas blancas.
Sé
que me he dejado por el camino muchas otras especies por mencionar pero como
dije antes, seria imposible enumerarlas todas. Anémonas, estrellas,
esponjas, ascidias, crustáceos conviven luchando día a día por sobrevivir en
un lugar tan difícil como es el arrecife.
Fenómenos como “el Niño” amenazan a las especies de
los arrecifes, pero la naturaleza sabe cómo arreglar los daños que ella
misma provoca a su entorno; en cambio, muy pocas veces somos capaces de
preocuparnos de lo que los hombres destruyen, y menos si hay intereses
económicos por medio. Por ello el buceo en el archipiélago de Zanzíbar ha
perdido parte de su esplendor pero no por ello deja de ser un lugar fabuloso
para disfrutar de unas bellas vacaciones acompañándolo con unas bonitas
inmersiones.
FOTOS
Por mi parte y por la de mi mujer me gustaría dar
las gracias al personal del club de buceo Blue Diving, en especial a Andrea,
Estefani y Fabiana por la atención que nos prestaron durante los días que
pasamos en la isla.

© Texto
y Fotos: Íñigo Almenara
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