Islas
Medas
"El Tascó Petit"
por Josep Mª Dacosta
Traducción de Eduard Simón
Texto redactado con motivo de la salida del
CIB,
el día 5 de octubre de 1997

as islas Medas constituyen un archipiélago
sobradamente conocido por los submarinistas del Mediterráneo Occidental. El
conjunto insular presenta un gran interés paisajístico al tratarse de unos
pequeños islotes calcáreos muy cercanos a la costa. Al mismo tiempo, ofrece
una riqueza biológica subacuática excepcional protegida desde hace ya
algunos años.
El motivo del éxito de las Medas entre los
aficionados a la inmersión tiene al menos tres razones de peso. Por un lado,
la gran abundancia de peces que, debido al efecto reserva, no se asustan de
la presencia humana. Por otro lado, los procesos cársticos han creado en las
islas numerosos túneles y agujeros, algunos de ellos practicables por los
submarinistas. Finalmente, la proximidad a la costa, menos de una milla
naútica, las convierte en un enclave muy accesible.
De las diferentes inmersiones que se pueden
llevar a cabo en el archipiélago, tenemos el "Tascó petit", una inmersión
que no sobrepasa los 20-25 metros de profundidad y que tiene como atractivo
especial el hecho de poder observar algunas especies de peces que en otros
lugares tienen un comportamiento muy introvertido, como los meros. Algunos
de ellos alcanzan tamaños considerables.
Immersión en el "Tascó Petit"

Al saltar a la boya y sumergirse, resulta
fácil observar entre aguas a las obladas (Oblada melanura) con su
inconfundible mancha negra rodeada de blanco en la base de la cola. También
se observan grupos de bogas (Boops boops) que muestran su
característica línea lateral en medio del cuerpo fusiforme.
Al llegar al fondo, (20-25 metros) se
observa un enorme bloque con gorgonias (Paramuricea clavata). Al
enfocarlas con el foco lucen unas magníficas coloraciones rojas. Hay algunos
ejemplares de color amarillo. Delante de la pared de gorgonias nadan los
peces llamados "tres colas" o loritos (Anthias anthias), típicos por
su cola horcada y largas aletas ventrales.
En este punto empiezan a aparecer los
meros, de nombre científico Epinephelus marginatus. La denominación
antigua, Serranus gigas, nos recuerda que se trata de un
representante de la familia de los serránidos. De la misma familia se
observan con frecuencia serranos (Serranus cabrilla) y vacas serranas
(Serranus scriba), que se distinguen por las franjas verticales del
cuerpo, que en el primero son paralelas y en la vaca no; además, la vaca
presenta una mancha lateral de color azulado, muy vistosa.
En la arista de la roca, aparecen las
doncellas (Coris julis). El macho es verde con una cenefa naranja y
la hembra marrón y blanca.
A partir de este punto se va perdiendo
profundidad y se nada hacia la base del "Tascó". El fondo presenta bloques y
gorgonias blancas (Eunicella singularis). Entre aguas nadan grupos de
castañuelas o negritas (Chromis chromis), oscuras con la cola horcada.
Cerca de las rocas encontraremos a los ejemplares jóvenes con coloración
azul metalizado.
Los sargos (Diplodus sargus), que
nos acompañarán durante toda la inmersión, se distinguen por el margen negro
de la cola. Es recomendable prestar atención a los sargos, ya que podemos
observar alguna chopa (Spondylosoma cantharus), pez de la misma
familia -espáridos- pero muy oscuro y "chato". Otro espárido, la mojarra (Diplodus
vulgaris), resulta fácil de identificar y recordar por su nombre en
francés "Sard à tête noire"; suele formar grupos cohesionados entre aguas
que permanecen inmóviles.
Entre las rocas y como ejemplares
solitarios, encontramos otros dos espáridos: el sargo picudo (Diplodus
puntazzo) y el sargo imperial (Diplodus cervinus). El primero
presenta un morro fino y afilado, y el segundo un aspecto único en el que
destacan cinco frajas gruesas y verticales que recorren su cuerpo.
Otra familia de peces que permite una
atenta observación y estudio en esta inmersión son los lábridos. En cuanto a
especies pequeñas, encontramos un pez limpiador, el tordo o llambrega (Symphodus
melanocercus) que a menudo acompaña a los enormes meros. El canario es
otro pequeño lábrido, único por el color amarillo en la base de las aletas
pectoras y alrededor de los ojos. De tamaño mediano encontramos al peto o "señorita"
(Symphodus tinca) de morro prominente. Esta especie ingiere algas,
retiene los invertebrados y expulsa a continuación por la boca los restos de
sustrato no digerible.
Otro lábrido es el merlo (Labrus merula),
alargado y huidizo, reconocible por el margen de las aletas dorsal y caudal
de color azul.
En la arena, no es raro ver salmonetes de
fango (Mullus surmulletus).
Puede
darse la vuelta al Tascó y vale la pena fijarse en la rompiente de las olas.
Además de su belleza paisajística, podremos ver la silueta de alguna lubina
o de alguna dorada. Hacia mar abierto, los más afortunados, podrán anotar en
su cuaderno de inmersión el encuentro con una barracuda y, excepcionalmente,
con un pez luna. Cerca de las paredes de este islote circulan las chuclas (Spicara
maena), peces característicos por una mancha negra y cuadrada en medio
del cuerpo.
Durante nuestro regreso, si lo hacemos en
sentido contrario al de las agujas del reloj, pasaremos por lugares de poca
profundidad, donde deberemos prestar atención a nuestra flotabilidad para no
subir involuntariamente a la superficie. Este es un lugar de paso de lisas.
Sobre estos peñascos encontramos diversos nudibranquios, entre los más
insignes la flabellina (Flabellina affinis) de color malva y la
Cratena peregrina de base blanca con dos manchas naranjas.
Podemos emerger al lado de la pared de la
isla, ya que da mucha seguridad, y nadar hasta la barca por la superficie.
En esta inmersión no entraremos en descompresión y resulta recomendable para
buceadores de cualquier nivel técnico.
¡Buenas
inmersiones!

© Texto
original: Josep
Mª Dacosta
© Traducción al castellano: Eduard Simón
|