Illa Mateua,
comienza la primavera
Domingo 19 de Abril 1998
por Eulàlia Rodés
engo la impresión de que el buen tiempo ha
llegado y esto me facilita muchísimo la inmersión. Ya no vale tener la intención de
bucear pero desplazarse con el interrogante de vete a saber cómo estará el mar. Además,
la calidez del ambiente contribuye a entrar a las aún gélidas aguas con unas
cuantas calorías de más y, lo que es más importante, sin presuponer que pronto se
tendrá frío.
Un compañero nos mostró una
anémona Anemonia sulcata entre los brazos de la cual había un cangrejo Inachus
phalangium que vive siempre en asociación con esta anémona. Había visto cangrejos
y anémonas juntos, pero no mantenían esta relación: había visto cangrejos ermitaños
con anémonas por sombrero.
En seguida vimos una oreja de mar Haliotis
tuberculata que se movía. Uno de los compañeros, evidentemente, había levantado la
piedra bajo la cual se escondía. De hecho, habíamos visto antes muchas orejas de mar,
pero yo diría que nunca las habíamos visto vivas, y menos en plena actividad. En las
fotos que hicimos se ve como se desplaza y cómo saca unos bracitos, tal vez para comer.
Encontramos dos babosas Parablennius
pilicornis en sus guaridas, una era muy pequeña y de color rojizo, muy simpática,
la otra era también pequeña, pero no tanto, y de color oscuro. Esta segunda babosa, (la
de la fotografia) parece sacada de un cómic.
Nos encontramos, al llegar a las
paredes coralígenas, con una vaquita suiza Peltodoris atromaculata muy grande,
que vivía sobre una esponja Petrosia ficiformis la cual tiene una apariencia
física similar, entre marrón y lila. De hecho casi siempre encontramos las simpáticas
vaquitas cerca de estas esponjas, porque se alimentan casi exclusivamente de ellas.
Vimos una estrella de mar espinosa
Marthasterias glacialis con una pata en proceso de regeneración, tras algún
percance que la obligó a deshacerse de ella. Intentaba girarse porque alguien la había
puesto patas arriba. Así pues, alargaba al máximo los pies ambulacrales para intentar
tomar referencias antes de girarse. Más adelante vimos también dos estrellas rojas Echinaster
sepositus.
Justo antes de entrar en el túnel
profundo, la cantidad de vida era magnífica y, entre esta magnificencia, pude distinguir
un nudibranquio Hypselodoris sp. de color azul eléctrico, con líneas azules y
amarillas. El otro ejemplar de esta especie que habíamos visto, hace tiempo, fue en la
misma Isla Mateua.
Habiendo atravesado la cueva,
teniendo cuidado de no tocar el techo con la botella, ya que el paso es estrecho, vimos
otro nudibranquio, lila, con muchas ramificaciones, un Flabellina affinis.
Además de las anémonas
habituales, sobre todo aquellas con las puntas de los tentáculos de color lila Anemonia
sulcata, y alguna otra más pequeña, de bracitos prácticamente transparentes y más
regordetes Aiptasia mutabilis, vimos dos del tipo Cereus pedunculatus,
una con los tentáculos de color rojo y la otra con los tentáculos grises, ambas eran
pequeñas y estaban muy abiertas; se podía ver perfectamente la parte central.
Evidentemente, tratándose de Isla
Mateua, vimos muchas "manos de muerto" Alcyonium acaule, un tipo de
alcionario o coral blando, tal vez vimos más que nunca. Algunas "manos"
parecían mas bien blancas con puntos granates, es decir, al revés de lo que es habitual,
de color granate con puntos blancos.
Muchísimas anémonas incrustantes
amarillas Parazoanthus axinellae. Alguna ascidia roja. En el techo de la cueva
predominaban las esponjas blancas y amarillas. En el suelo arenoso encontramos unos
tunicados Clavellina lepadiformis de respetable tamaño, en plena soledad.
Vimos varias especies de esponjas
de color azul (recuerdo una colgando por falta de espacio en la roca, y otras más
pequeñas de color más intenso), también las había amarillas y naranjas.
Vimos esponjas amarillas Verongia
aerophoba sin los huéspedes Tylodina perversa que descubrimos en una
inmersión anterior en Aiguafreda. Siempre estamos buscándolos porque son espectaculares
en su discreción y sencillez.
Finalmente, ya de vuelta a la
superficie, encontramos puestas de nudibranquios en las praderas de posidonia. La primera
puesta de nudibranquio era de color naranja intenso, y estaba depositada en espiral,
mientras que la segunda era más pequeña y de color blanco, formando apenas una
circunferencia. Asimismo vimos caracoles pequeños y cónicos del género Calliostoma.
DATOS TÉCNICOS
Localización:
|
Illa Mateua, L'Escala, Alt Empordà, Girona,
España |
Condiciones
climatológicas: |
Cielo despejado. 15ºC |
Condiciones del mar: |
Mar plana. 13ºC |
Profundidad conseguida: |
9,3 metros |
Visibilidad aprox.: |
10 - 15 metros. |
Duración de la inmersión:
|
77 minutos |
Consumo de aire aprox.: |
2.000 litros |
Participantes: |
Lluis Aguilar, Daco, Miquel, Eulàlia |
PERFIL
FOTOS

Un bello nudibranquio Flabellina
affinis |

Una oreja de mar Haliotis
lamellosa |

Un nudibranquio Hypselodoris sp. |

El pólipo Leptopsammia pruvoti |

Una babosa Parablennius
pilicornis |

Un espirògrafo Serpula
vermicularis |

El alga calcárea Padina pavonica |

© Texto: Eulàlia Rodés
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