Una vez más hemos hecho la típica
circunvalación a la isla, en sentido contrario a las agujas del reloj.
Hemos visto algunas especies de opistobranquios
poco habituales. Destacamos 2 ejemplares de Facelina rubrovittata, caracterizados
por la raya naranja que muestran en la cara, y que aparece flanqueada por dos líneas
blancas. Las ceratas son de color marrón en su parte central, con los márgenes blancos.
Ambos ejemplares a poca profundidad, entre 5 y 6 metros, uno entre el alga Asparagopsis
armata y otro entre las frondes de un alga
Codium.
Esta vez hemos probado un nuevo sistema para sacar
fotos y distinguir con claridad las características anatómicas del animal sin sacarlo
del agua. Consiste en una plancha de plástico de color negro sobre la que ponemos el
nudibranquio, le sacamos las fotos que deseamos y lo devolvemos a su lugar de origen sin
que sufra ningún daño.
Muchos fotografos se llevan los animales y sacan
fotografías en acuarios, consiguiendo así resultados mucho mejores que los nuestros,
pero a costa de la vida del animal. Algunos dicen que devuelven el nudibranquio a su lugar
de origen, pero es muy poco probable que el animal quede sobre el mismo tipo de alimento
del que fue extraído por lo que casi con certeza morirá de inanición.
Otras especies que pudimos ver fueron:
Elysia
timida, Flabellina ¿pedata?, dos ejemplares de Cuthona careulea, dos Hypselodoris
fontandraui, una Vaquita suiza (Peltodoris atromaculata), Cratena
peregrina, y un Calmella calvolinii a la que, cuando intentamos fotografiar, se movió
y fue a parar a las fauces de una anémona. No sabemos si posteriormente la regurgitó,
pero estos animales no son muy sabrosos, puesto que se alimentan y acumulan cnidocistos
(células urticantes de hidrarios) como un método de defensa pasiva.