ECOLOGISMO REALISTA
por Bruno Aguilar

i mujer me inició al
submarinismo en Julio 1.995 en Sant Feliu de Guíxols. Desde hacía tiempo esta actividad me
llamaba la atención, pero no fue hasta conocerla a ella, que lo practicaba, que me
inicié. Las sensaciones que viví a partir de entonces, sobrepasaron en mucho mis
expectativas más optimistas, este mundo insólito y siempre sorprendente me tenía, y me
tiene aún fascinado.
En Mayo 96 nos casamos y elegimos
como destino de nuestro viaje las islas Maldivas, maravilla entre las maravillas tanto por
su flora como por su fauna marina. Allí realizamos un sin fin de inmersiones
espectaculares, acompañados de tortugas, multitud de morenas, peces napoleón, peces
tigre, peces león, y algún tiburón, aunque de lejos.
Lógicamente después de esta
experiencia, nuestro Mediterráneo nos aparece como un mar más bien pobre y bastante
destruido. Pensé que, para volver a disfrutar como lo hice en Maldivas, debería esperar
a un nuevo viaje a algún rincón tropical del mundo.
La reconciliación
Poco después tuve ocasión de
participar en varias inmersiones en las islas Medes, lo cual supuso para mi una
reconciliación con el Mediterráneo, de nuevo me encuentro con una fauna que impresiona
(sin ser la del Índico pero no está mal) meros enormes, praderas de gorgonias de
diversos colores, pulpos de tamaño considerable, sargos imponentes, etc...
Posteriormente y gracias a la
prensa especializada y páginas Web, he sabido que existen otros lugares de igual riqueza,
gracias a la protección de que disponen (Islas Columbretes, Cabrera y otros). Esto
significa claramente, que adecuadamente protegido, el Mediterráneo tiene una capacidad
biológica de regeneración impresionante.
Nada más lejos de mi intención,
que hacer de este escrito un barato panfleto ecologista, pero está claro que o nos
ponemos manos a la obra o nos quedamos sin lo poco que tenemos.
La propuesta
Vaya por delante que soy un gran
amante del marisco y del pescado, por tanto no voy a proponer aquí ninguna barbaridad
irrealizable, tal como prohibir la pesca o cosa similar. Pero de seguir así la pesca se
prohibirá por si misma, ya que las capturas serán tan ridículas que será
antieconómico para los pescadores, como sin duda ya pasa en muchos sitios.
España es un país en que el
turismo es una de las actividades más importantes, sin duda los submarinistas tienen un
nivel económico superior a la media del turista típico que nos visita, y además hace
años que los gobernantes quieren atraer a un turismo de mayor calidad.
La mayor parte de los países del
Caribe, Indico, Mar Rojo, etc. protejen sus riquezas naturales con leyes sumamente
restrictivas y de protección del medio marino. ¿Por qué no hacemos lo mismo?
Una posible propuesta podría ser:
La creación de zonas protegidas
cada "x" kilómetros en toda nuestra costa mediterránea, de manera que estas
zonas se convertirían en biotopos naturales, que repoblarían las zonas no protegidas;
dado el comportamiento territorial de muchos peces. La distancia y ubicación de estos
espacios protegidos debería ser definida por biólogos y otros expertos en la materia.
En resumen
Sin duda no soy un experto, y
conozco lo difícil que resulta la creación de un espacio protegido. Pero no tengo dudas
sobre la rentabilidad de este tipo de políticas y que, cuando hay voluntad, todos los
problemas desaparecen como por arte de magia.
Un aspecto muy importante es el de
la vigilancia, aspecto en el cual sin duda participarían encantados todos los clubs de
submarinismo.
Un aplauso
Para la Generalitat de Catalunya en su política de depuración de
aguas residuales, que, a pesar del alto coste para los ciudadanos y de las críticas
recibidas, está dando su frutos.

© Texto:
Bruno Aguilar
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