CERRO GORDO
PARAJE ¿PROTEGIDO?
por Ricardo Buzo
ituado
entre las localidades costeras de Maro (Málaga) y La Herradura (Granada) se halla una
zona que se extiende una milla marina, declarada paraje natural protegido; pero son muchos
los que deliberadamente ignoran el significado de esta palabra y atentan contra él,
especialmente contra su fauna, ante la impotencia de los que teóricamente nos ampara la
ley.
Estamos a mediado del mes de Julio. Poco a poco, la playa
naturista de Cantarriján, que hasta ahora era visitada sólo por unos pocos buceadores,
se va llenando de bañistas. Los coches se amontonan en esta romería que todos los
veranos tiene lugar durante los meses de Julio y Agosto.
Nos preparamos para realizar una nueva inmersión, en ese sitio
bien conocido tanto por los que amamos el mar como por aquellos empeñados en esquilmarlo
movidos por un estúpido orgullo.
Esta vez hemos venido con un grupo de alumnos, dispuestos a
enseñarles en sus primeros contactos con el mundo submarino las maravillas que aquí, a
pocos metros de nuestra civilización y "salvaguardados" tan sólo por unos
metros de agua y por una ley, que por desgracia no se aplica en su justa medida, se
encuentran vedadas al resto de los bañistas.
Nos sumergimos, algunos no sin una cierta inquietud y vamos
explorando lentamente este gran amigo azul que nos abre sus puertas generosamente, como a
un viejo amigo, pero... ¿Donde está ese congrio que tantas veces posó para nosotros?
¿Qué ha pasado con los pulpos? ¿Y la brótola de aquel agujero? ¿Ya no hay abadejos,
jibias, centollos, morenas...?
Sólo vemos fondos desiertos, como si una ola asesina se hubiera
ensañado con todo ser viviente. Desgraciadamente no estamos equivocados, existe esa mala
ola que destruye a su paso lo que tanto tiempo y esfuerzo ha costado preservar.
Es una ola sucia, cobarde, que actúa ocultando sus armas,
haciendo caso omiso a las leyes de protección de la Naturaleza, porque para esa ola no se
mueve por las leyes naturales, sino por la ley de la estúpida ignorancia a conciencia;
esa ola que cada año invade las playas y acantilados de este Paraje Natural, haciendo
vanos todos los esfuerzos por protegerlo.
Esa ola tiene nombre: Los practicantes furtivos de la caza
submarina, los pescadores con caña y los arrastreros, por nombrar unos pocos.
Hemos salido de la inmersión más que desilusionados, llenos de
rabia y de ira ¿ Qué va a pasar con este paraje si se siguen permitiendo este tipo de
atentados?
Si esto es lo que hemos podido enseñar hoy a nuestros alumnos
¿Qué enseñaremos a nuestros hijos o a nuestros nietos? BASURA. Un mar muerto,
contaminado y lleno de porquería. Intentamos calmarnos un poco mientras nos vamos
desequipando.
Ya han llegado, los hemos visto y ellos también a nosotros;
desgraciadamente nos conocemos. Las miradas parecen atravesarnos unos a otros; conocemos
su barca, con matrícula ilegible, sus métodos y sabemos que esperarán a que no estemos
para salir a devastar; pero esta vez no nos iremos todos, esta vez habrá alguien
vigilando.
El resto iniciamos una nueva inmersión, llamamos la atención a
unos "cañeros" que pescan desde los acantilados; ellos nos responden con
insultos y alguna que otra piedra desde arriba: es mejor sumergirse.
Mientras, en la playa, la espera de nuestros "amigos"
continúa sin darles resultado, aunque reconozco que imaginación no les falta: algunos
hasta aprenden a esquiar con tal de disimular los fusiles.
Llega la noche y el desfile de cañas sigue su paso por las rocas.
Un día más en un Paraje Natural protegido.
La milla marina del Paraje Natural Maro - Cerro Gordo fue
declarada espacio natural protegido por la ley vigente 2/1989, de 18 de julio.
Para la práctica de inmersiones con escafandra autónoma con
carácter deportivo es necesario estar en posesión de la correspondiente autorización
expedida por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
¿Cómo se permite la pesca con caña o la caza submarina, a veces
incluso con escafandra, no sólo de forma furtiva, sino ante los mismos ojos de la Guardia
Civil que, según nos han dicho, no pueden hacer nada?
En el mes de Junio del 97, coincidiendo con la suelta de una
tortuga boba, meros y otras especies por parte del Aula del Mar de Málaga, en la que
colaboraron numerosas entidades (entre otras prestó su apoyo la misma Guardia Civil),
buceadores y naturalistas colocaron en las playas de El Cañuelo y Cantarriján carteles
informando de la condición de Paraje Natural y, por lo tanto, de la prohibición de todo
tipo de pesca.
Estos carteles fueron destruidos en pocas semanas por esa misma
ola que, como antes dije, está azotando el fondo de nuestros mares.
Hemos visto sacar ante nuestras propias narices, congrios,
abadejos, meros, incluso especies cuya pesca deportiva está prohibida como son los
cefalópodos (pulpo, calamar, sepia...) y crustáceos (langosta, bogavante, centollo...)
Estamos ya hartos de preguntarnos ¿hasta cuando?.
La vida submarina en Maro - Cerro Gordo se merece una respuesta
YA.
© Texto: Ricardo Buzo
|