M@re Nostrum

Cuidando del equipo
Un breve curso en mantenimiento 
de equipos fotográficos
por Franklin J. Viola
Traducción y adaptación: Jordi Cantón

La traducción del texto cuenta con el
permiso de Rodale Press Inc.
Artículo original en inglés

fin de obtener esa foto, el equipo tiene que estar en perfecto estado. Puede parecer fácil, pero el agua salada y los componentes electrónicos de las máquinas de fotos modernas son simplemente enemigos irreconciliables. De la misma forma, la corrosión y el bloqueo de tornillos en los brazos de soporte del flash, pueden ser factores tan frustrantes como una inundación. A continuación se exponen algunos consejos para evitar estos costosos desastres subacuáticos. 

Antes de la inmersión

Prepara personalmente la cámara en un lugar limpio y con la iluminación adecuada. Si no tienes mucha práctica, utiliza una lista de comprobación para no olvidarte de nada. 

Comprueba el funcionamiento de la cámara, fotómetro y el estado de las pilas del flash. Una vez tengas montado todo el equipo comprueba que el flash dispara y que el sistema TTL está funcionando correctamente. Para comprobar el funcionamiento del TTL se puede disparar la cámara contra una pared blanca dentro de una habitación con el diafragma a f/11 y a un metro de distancia de la pared, la luz que indica que el TTL ha funcionado correctamente deberá encenderse.

Cuando se bucee desde barco, depositar la cámara en una zona protegida, a salvo de botellas y cinturones de plomos. En algunos barcos incluso disponen de un área designada como "exclusiva para equipos de fotografía", que debe ser baja o en cubierta, a salvo de eventuales "agresiones".  Si el barco no dispone de una área parecida, deberemos llevar el equipo en la mano todo el rato. 

Durante la inmersión

Siempre que sea posible, tírate al agua SIN la cámara y procura que  alguien te la pase con cuidado (pasar no significa lanzar). Una vez con la cámara en el agua, busca inmediatamente escapes de burbujas que indiquen que el equipo está teniendo una indigestión de agua salada. 

Cuando hayas estado en el agua unos 20 segundos, efectúa el primer disparo. Si el flash se dispara, hay posibilidades de que todo funcione correctamente. Si el flash disparaba correctamente en tierra pero no en el agua seguramente hay una filtración de agua: hay que sacar la cámara del agua inmediatamente, lavarla con agua dulce y examinar de donde procede el fallo. 

No hay que intentar disparar más fotos de las que hay, por ello no se debe forzar un disparo más allá del final del rollo de película. Si se observa que la palanca de arrastre se atasca o que no funciona el arrastre, no forzar el mecanismo. Estos experimentos deben hacerse en tierra firme, donde no pueda haber inundaciones de equipo. 

Después de la inmersión

Siempre que sea posible, hay que sumergir la cámara en un cubo de agua dulce inmediatamente después de la inmersión. Un baño rápido de 30 segundos girando los mandos y apretando los botones para asegurar que el agua dulce penetra en todo el sistema es mucho mejor, como mantenimiento preventivo, que una inmersión del equipo durante horas una vez que la sal ha cristalizado sobre el sistema. 

Aunque algunos autores recomiendan sumergir nuestro equipo en la bañera durante unas cuantas horas, no es aconsejable puesto que una larga exposición del equipo al agua del grifo hace que se formen depósitos de cal que pueden llegar a inutilizar los mandos, siendo peor el remedio que la enfermedad. 

En el hipotético caso en que realmente se necesite un "lavado" a fondo del equipo, hay que sumergirlo durante algunas horas en agua destilada. Para aumentar la eficiencia se pueden añadir dos o tres gotas de detergente de platos al cubo de agua destilada a fin de que disminuya la tensión superficial del líquido y este penetre mejor en todos los recovecos de la cámara.

Entre inmersiones

Siempre que sea posible, hay que almacenar el equipo de fotografía a la sombra y en el punto más bajo posible de barco, para evitar que caiga sobre la cubierta y se dañe. 

Una vez en tierra, desconectar los conectores del flash, secarlos y engrasar las juntas tóricas y todas las partes móviles. Almacenarlo todo en un sitio fresco y seco. Sacar la película y las pilas de la cámara y el flash, secar la cámara y  engrasar las tóricas. En todo caso seguir estrictamente las recomendaciones del fabricante para cada equipo en concreto. 

Acerca de las pilas

Es mejor cambiar las pilas pronto que tarde. Si nuestro flash tarda más de lo normal en recargarse tras haber disparado una foto, es señal de que las pilas se están agotando y es el momento de cambiarlas. 

El gran enemigo de las pilas recargables es dejar que se descarguen completamente y después sobrecargarlas -con el consiguiente calentamiento-, ya que de esta manera se reduce considerablemente su vida útil.

 

 

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Última modificación: 01 enero 2024 10:18


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