Inmersiones Nocturnas
por Josep Pegueroles

umergirse después de la puesta de sol es una experiencia a tener en cuenta
para próximas inmersiones. Es una de las facetas del submarinismo, quizás de las más
emocionantes, que puedas realizar y proporciona algunas de las emociones más intensas que
puedas experimentar bajo el agua.
Las nocturnas, a diferencia de las inmersiones diurnas convencionales, deben estar mejor
planeadas y seguir ciertas normas al pie de la letra. Si lo haces así no tienen que ser
mucho más complicadas que las inmersiones de día.
Lo primero que debes hacer es olvidar las fobias que puedan surgir en tu cabeza: el mar y
sus habitantes son iguales de día que de noche. Si no lograses vencer estas fobias, lo
mejor es dejarlo para otro día, no vale la pena arriesgarse, pues a la propia dificultad
de una inmersión se añade el miedo, y éste no es un buen compañero.
Una inmersión nocturna no tiene por qué ser diferente, técnicamente, a una diurna. Sí
tenemos que tener muy clara una cosa, el entorno es diferente. No tendremos luz por lo que
nuestros puntos de referencia y nuestra orientación no serán nada buenas.
¿ Quién está capacitado para hacer inmersiones nocturnas ? Esta es una respuesta que
deberás contestar tú mismo, teniendo en cuenta tu nivel y tu comportamiento bajo el
agua. No conviertas en un peligro algo que puede ser una sensación maravillosa.
Para efectuar una inmersión nocturna elegiremos un lugar protegido de corrientes, oleajes
y resguardado de los vientos. Procuraremos que el acceso sea fácil y, a poder ser, con
algún punto luminoso en la costa que nos sirva de referencia para el regreso. Sino, es
conveniente que dejemos a alguno de nosotros en tierra.
Fijaremos el rumbo con la brújula y así nos será más fácil regresar a la orilla. Lo
mejor sería bucear en un lugar conocido para facilitar nuestra orientación y
maravillarnos con la diferencia que existe del día a la noche en un mismo lugar.
Si la inmersión la hacemos desde una embarcación, siempre será mas complicada, de ahí
que siempre deberemos tomar más precauciones. Deberemos dejar siempre a una persona en la
embarcación, la cual se encargará de recogernos en caso de que tuviéramos algún
problema.
Las luces de fondeo deberán estar encendidas y no estará de mas dejar una lámpara
destelleante o "flash" en la parte más alta de la embarcación, así como otra
bajo la superficie, a unos 3 o 4 metros, para facilitar nuestro regreso. Si estamos cerca
de la costa efectuaremos nuestra inmersión en dirección a ella y así, cuando subamos a
la superficie, será más fácil ver la embarcación recortada contra el horizonte.
Si por la profundidad y tiempo que pensamos estar bajo el agua tuviéramos la mas mínima
sospecha de tener que hacer descompresión, (cosa que no es ni recomendable ni agradable
de noche) deberemos señalizar el ancla de la embarcación con alguna luz colocada a unos
5 o 6 metros por encima de ella, de forma que pueda verse en 360 grados.
No estaría de más atar nuestro carrete de cuerda (un complemento muy útil) a dicho
cabo, pues hacer descompresión entre dos aguas, sin puntos de referencia y a oscuras, no
es de las cosas más agradables que te puedan pasar.
Nuestro equipo no tiene por que ser especial; si el que utilizamos normalmente está en
perfectas condiciones, será suficiente. Lo que sí tendremos en cuenta, lógicamente,
será la iluminación. Es imprescindible que vayamos muy bien preparados, un buen foco o
una buena linterna, además de una pequeña linterna auxiliar, serán la iluminación
perfecta.
Para hacernos ver es muy recomendable equiparnos con alguna luz química o una lámpara de
destellos. Este tipo de luz nos permitirá localizar fácilmente a un compañero con
problemas en su foco, p.e. Deberemos colocarla en nuestros brazos o piernas o, aún mejor,
en la grifería. Este tipo de luz tiene un campo de visión pequeño, es decir, alumbra
poco, pero se ve a gran distancia en la oscuridad, en especial la de color amarillo o
verde.
Si utilizamos un foco, las baterías deberán estar completamente cargadas. Si lo que
usamos son linternas, incluyendo la linterna auxiliar, las pilas deberán ser nuevas
(guardad las que están a medias para otra inmersión en la que no sean tan importantes).
Otra cosa a tener en cuenta son los guantes, es mejor llevarlos puestos ante la
eventualidad de tocar o rozar algo no deseado e invisible en la oscuridad.
Tendremos en cuenta, a la hora de equiparnos, el hacerlo con la última luz del día o con
otro medio de iluminación no subacuático, así evitaremos gastar nuestras preciadas
baterías.
Comprobar el equipo es necesario tanto de día como de noche. Procuraremos que todo esté
en su sitio y tendremos a mano las consolas, manómetros y sobre todo, linternas y focos.
Lo mejor es sujetarlo todo con correas y mosquetones.
Sumergirse de noche quiere decir poca profundidad. ¿ Cual es la adecuada ? Parece ser que
entre 10 y 15 metros es la mejor. El aire dura mucho más, es difícil entrar en
descompresión y, en caso de pérdida de un compañero, se puede subir sin problemas a la
superficie, reencontrarlo y seguir la inmersión. Si esto sucediera (recuerda que no debes
apagar tu linterna pues es la única referencia que tus compañeros tienen de tí,
además, puede no volver a encenderse por alguna avería) deberás ascender unos metros.
Desde ahí, y ocultando tu propia luz, podrás ver mejor las luces del resto del grupo. Si
no fuera así, sube a la superficie y espera a los demás.
Si quieres gozar de la oscuridad o ver la fluorescencia del plancton, bastará con que
tapes la luz con tu propio cuerpo o enfoques la linterna para otro lado.
El descenso, así como los movimientos, deberá ser lento, dado que la falta de luz puede
hacer que te golpees con algún saliente o con el propio fondo. Además, los movimientos
rápidos y bruscos pueden hacerte perder la orientación.
Durante el día es difícil comunicarse bajo el agua. De noche lo es aún más. Existe un
código de señales luminosas que deberéis saber, p.e. un círculo luminoso indica que
todo va bien, mientras que mover la luz de arriba hacia abajo indica problemas. Nunca
deberéis enfocar la cara de un compañero pues lo deslumbraréis y tardará un buen rato
en recuperar la visión nocturna. Si queréis indicarle cosas, iluminad vuestra mano con
el foco y haced los signos convenidos.
Para hacer inmersiones nocturnas en la actualidad no es necesario tener ningún título en
especial, de hecho no sé de nadie que otorgue títulos oficiales especiales para
inmersiones nocturnas. De todas formas, en la mayoría de los centros de enseñanza se
efectúan cursos de buceo nocturno, después de los cuales se entregan titulaciones que
pueden sernos de relativa utilidad.
Hasta hace pocos meses no estaba bien visto por las autoridades hacer inmersiones por la
noche. Una reciente reglamentación del MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación) enviado a los centros de buceo -pero no a los clubes- proporciona unas
directrices mínimas para realizar dichas nocturnas. Las condiciones mínimas son: poseer
una titulación mínima de dos estrellas CMAS (o equivalente) y haber hecho un mínimo de
40 inmersiones debidamente justificadas.
¡ FELIZ NOCTURNA ! acordaos que no son especialmente difíciles. La próxima vez que os
propongan hacer una nocturna haceos esta pregunta: ¿ Estoy preparado ? Si así lo
creéis, adelante, es algo que no olvidaréis jamás.
RECORDAD:
- Llevad buena iluminación
- Cuidado con la orientación
- Poca profundidad
- Consultar frecuentemente profundímetros y
ordenadores
- Evitad entrar en descompresión
- Conoced el estado de la mar y el tiempo
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© Josep Pegueroles 1996 |