Pecios
de Menorca
El "Ocean-Diver"
Por Alfonso Buenaventura
Artículo reproducido por
gentileza de


uchos de los pecios existentes en el fondo de los mares son
consecuencia directa de un grave accidente, bien por colisión, bien por
embarrancamiento, vía de agua, o combates navales que han dado como
resultado que la embarcación se haya ido a pique inevitablemente. Pero
existen otros que son el resultado de haber hundido expresamente una
embarcación tras haber sido declarada como "inútil", y resultar más fácil echarla a pique que proceder a
su desguace.
Este es el caso de la "Ocean Diver", una auténtica barcaza de
hierro del norte de Europa, construida para navegar por los canales
holandeses como transporte y que acabó sus días en el fondo de las
cristalinas aguas de Menorca. Veamos su historia:
A finales de los
ochenta entraba en el puerto de Mahón una embarcación atípica para estas
aguas. Pintada de un llamativo color azul eléctrico, casco muy abombado,
de hierro, con la superestructura blanca y un andar extraordinariamente
cansino: muy posiblemente no alcanzaba más de los 2-3 nudos, a pesar del
gran torbellino que dejaba por su popa. Se trataba de una embarcación
típica del norte europeo y que enarbolaba bandera holandesa, para más
señas.
Diseñada originariamente para navegar por aguas fluviales, estaba
dotada de una gran bodega apta para transportar carbón, materiales de
construcción, tierras u otras mercancías a granel. Sin embargo no era ese
precisamente el uso al que estaba destinada cuando vino a Mahón, sino que, una vez reacondicionada, se había
convertido en un símil de casa flotante.
Al tomar como base permanente
nuestro puerto fue amarrada en el punto conocido como "Punta des Gas",
frente por frente a donde se encuentra situado en la actualidad el
restaurante 225 (el "Two, Two, Five", como se le denominaba por aquella
época al haber sido montado por un súbdito británico).
En su momento
compartía muelle con las barcas de arrastre, que amarraban igualmente en
esa zona. Muy pocas veces soltó sus amarras para navegar, quizás por su
lento andar debido a su motor poco revolucionado, aunque dotado de una
gran hélice que le confería la suficiente potencia de arrastre, necesaria
para su finalidad original. Una tripulación joven y mucha ropa tendida a
bordo eran otras circunstancias características que permanecen en el
recuerdo de aquellos años.
Pero un día llegaron las obras de
modernización del puerto de Mahón, afectando de lleno al Moll de Llevant,
con la colocación de diferentes pilotes en toda su longitud para
consolidarlo y darle mayor amplitud. Todas las embarcaciones fueron
evacuadas y recolocadas en otras zonas y la "Ocean Diver" optó
por irse, a su paso, a Cala Teulera, donde permanecía fondeada por espacio
de varios meses, hasta ser definitivamente abandonada por sus
propietarios.
Su deterioro era evidente y la amenaza de hundimiento con el
peligro que podía suponer al tránsito de embarcaciones por aquella zona
obligaban a la Autoritat Portuària a evacuarla. Así que se optó por
trasladarla a la Estación Naval.
A partir de ese momento comenzaban las
gestiones para hacerla desaparecer definitivamente, puesto que nadie iba a
comprar una embarcación en tales condiciones. La solución adoptada fue
echarla a pique y convertirla en arrecife artificial, lo que sucedía el 26
de noviembre de 1991, tras ser remolcada hasta situarla al través de la
Playa de Son Bou.
Con ello, actuando bajo una doble vertiente, se esperaba
que su presencia supondría un impedimento para las embarcaciones
arrastreras que faenaban por aquellas aguas, a un fondo inferior al
permitido, y que se convertiría en lugar de refugio y reproducción de
diversas especies marinas, perfectamente integrada sobre un fondo de arena
y pradera de Posidonia oceanica.
El pecio, situado a unos 1.200 metros
aproximadamente de la medianera entres las playas de Son Bou y Ses
Canessies, digamos que en la vertical de Es Purgatori, reposa a 27 metros de profundidad, en posición
perfectamente adrizada y fácilmente visible a partir del momento en que se
comienza a realizar la inmersión.
Su eslora es de 23 metros y su manga de
5,8. Parece ser que el techo del puente de gobierno estaba cediendo a
finales del verano del 99, al igual que había desaparecido todo vestigio
de madera utilizado en su construcción.
Sin embargo, una curiosidad que
presenta este pecio y que llama la atención del submarinista es que los
cabos de ten'a entalingados a cubierta se mantienen en posición totalmente
vertical debido a su flotabilidad inicial, alrededor de los cuales suelen
pulular cientos de castañuelas.
El conjunto se encuentra totalmente
recubierto de algas, esponjas y todo tipo de vegetación marina. Sin
embargo, la presencia de peces de cierto interés ha sido hasta hace más
bien poco bastante pobre, quizás, por la ausencia de rocas y fondos duros
en su entorno. En su interior pueden contemplarse innumerables ejemplares
de Apogon imberbis ("moll reial"), falsos abadejos, serviolas, cabrachos,
cántaras, sargos, variadas, doncellas, serranos y los vistosos e
increíblemente coloreados nudibranquios.
Este pecio es posible verlo de un tirón con una sola inmersión, al tratarse de un barco pequeño.
Sin embargo, sí es imprescindible conocer de antemano que la zona no es
fiable para ir a bucear en solitario y sin recursos en la superficie, por
ser muy frecuente la presencia de fuertes
corrientes.

© Alfonso Buenaventura
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