El Accidente de Descompresión
Extraído del Manual de
Accidentes de Buceo de
DAN (Divers Alert Network)
Por Miquel Pontes

ay dos situaciones que ponen en peligro la vida en un accidente de
submarinismo: el aeroembolismo y el síndrome de descompresión, aunque ambas suelen
agruparse como accidente de descompresión.
El aeroembolismo (o de forma más precisa, el
embolismo arterial por gas) ocurre cuando las burbujas de aire, que penetran en el
torrente sanguíneo a través del tejido pulmonar dañado, bloquean la irrigación de una
parte del cerebro, del corazón o de la médula espinal, provocando generalmente
inconsciencia, parálisis o apoplejía.
Cualquier persona que haya respirado aire debajo del agua, independientemente de la
profundidad, puede sufrir un aeroembolismo. Esto puede ocurrir a profundidades de tan
sólo un metro, en un ascenso reteniendo la respiración.
Incluso un buceador bien entrenado, respirando adecuadamente durante el ascenso, puede
sufrir un aeroembolismo debido a otros problemas médicos que afecten a los pulmones, pues
puede quedar aire atrapado en los tejidos pulmonares. La presión expansiva de este aire
durante el ascenso puede ser suficiente para romper los alvéolos pulmonares. Este aire
pasaría a sangre como un aeroembolismo. Pueden darse otros problemas menos graves como el
pneumotórax o el enfisema subcutáneo o de mediastino.
El síndrome de descompresión se manifiesta como
un dolor de las articulaciones, entumecimiento, parálisis y otros síntomas provocados por la liberación del gas
disuelto en los tejidos, el cual forma burbujas después que el buceador haya ascendido a
la superficie.
El síndrome de descompresión puede ocurrir a cualquier individuo con un largo tiempo de
inmersión a profundidades mayores de unos nueve metros.
Los buceadores deportivos se arriesgan a este síndrome de descompresión cada vez que se
acercan a la curva de seguridad.
Como estos accidentes pueden ocurrir incluso cuando seguimos las tablas del ordenador de
buceo, un buceador precavido no se acercará a los límites de tiempo para su profundidad
actual (curva de seguridad) y asignará unos tiempos adecuados de descompresión caso de
sobrepasarla.
TRATAMIENTO INMEDIATO
Todos los síntomas del aeroembolismo y del
síndrome de descompresión se consideran juntos a la hora del tratamiento inmediato de un
accidente de descompresión.
No es necesariamente importante distinguir un caso de otro pues el tratamiento inicial es
el mismo.
El buceador afectado puede
experimentar síntomas leves al principio e ignorar estas señales de alerta hasta que se
desarrollan los síntomas graves.
La fatiga, el cansancio inusual, la comezón... todos ellos se consideran síntomas leves
y pueden responder a un tratamiento de primeros auxilios con oxígeno.
El dolor de articulaciones, también considerado a veces como un síntoma leve, necesita
terapia de recompresión. Ningún síntoma debe ser ignorado pues, en algunos casos, la
progresión de un síntoma leve a uno grave puede ser muy rápida.
Si un buceador experimenta síntomas leves al salir a superficie, deberemos situarlo
horizontalmente en posición lateral, con la cabeza apoyada y la pierna superior doblada
por la rodilla, y suministrarle oxígeno.

Posición del buceador afectado
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En caso que estuviera
perfectamente consciente y tranquilo podremos tumbarlo de espaldas para que esté más
cómodo.
Es importante no obstruir la
circulación de la sangre, por ello deberemos evitar que cruce las piernas, o que ponga la
cabeza sobre un brazo, por ejemplo. Si todavía está eliminando gases, obstruir la
circulación de un miembro interfiere este proceso.
El tratamiento con oxígeno puede eliminar los síntomas leves, o al menos evitar que
empeoren. Si los síntomas parecen remitir, no suspenderemos el tratamiento con oxígeno
inmediatamente, pues los síntomas pueden volver a aparecer.
Deberemos continuar el suministro de oxígeno durante 30 minutos en casos leves, buscando
asistencia médica en casos más graves.
SÍNTOMAS SERIOS
Cualquier síntoma como dolor, debilidad,
entumecimiento, vértigo, nauseas o baja consciencia pueden indicar un síndrome serio de
descompresión.
Los síntomas serios indican una emergencia médica que requiere una evaluación médica
urgente y un tratamiento adecuado en el hospital más cercano, seguido de un traslado de
emergencia a una cámara hiperbárica para la recompresión.
Si un buceador muestra cualquier síntoma serio, especialmente en las 24 horas siguientes
a la inmersión, deberemos colocarlo en la posición lateral que hemos explicado, para
evitar que el vómito (que junto con las nauseas son muy frecuentes) bloquee las vías
respiratorias. Le suministraremos oxígeno hasta que lleguemos al hospital más cercano.
Por supuesto, si necesitamos efectuar la reanimación cardiopulmonar, el afectado deberá
quedar de espaldas al suelo. Vomitar en esta posición es extremadamente peligroso. Si
ocurriera lo giraremos de lado rápidamente hasta liberar las vías respiratorias y
continuaremos la reanimación.
Un afectado con disminución de consciencia deberá ser colocado en dicha posición para
evitar la inhalación del vómito, caso de producirse. Comprobaremos periódicamente su
pulso y respiración hasta que demos por terminado el proceso de la evacuación.
Datos recientes han indicado que las víctimas de un accidente de descompresión presentan
una evolución mucho más favorable, cuando se les suministra oxígeno como primeros
auxilios, que cuando no se les suministra.
Este suministro de oxígeno presenta las siguientes ventajas:
- Ayuda a eliminar el nitrógeno de los
tejidos.
- Incrementa el suministro de oxígeno a los
tejidos, incluso a los afectados por la embolia gaseosa.
- Maximiza la oxigenación en los casos en que
resulta dañado el pulmón y en los de disminución de las capacidades del cuerpo en el
intercambio de gases (agua en los pulmones, por ejemplo)
Debemos resaltar el papel crucial que
tiene la oxigenación en casos de accidentes de descompresión, especialmente cuando
ocurren lejos de una cámara de descompresión.
LA RECOMPRESIÓN BAJO EL
AGUA
¿ Por qué es tan
importante suministrar oxígeno ?
El oxígeno
suplementario es de gran ayuda en una reanimación cardiopulmonar y es excelente para
cualquier afección que impida el normal abastecimiento de oxígeno a los tejidos.
Un síndrome de descompresión o aeroembolismo son peligrosos en tanto que interfieren con
el transporte de oxígeno a ciertas partes del cuerpo.
Suministrar oxígeno en concentraciones altas aumenta el transporte de este gas a todos
los tejidos en general, por supuesto mejorando el estado, cualquiera que sea, de los
tejidos afectados.
Este mismo oxígeno es el que aumenta la tasa de difusión del nitrógeno, contenido en
las burbujas, por los tejidos circundantes siguiendo la máxima del equilibrio (la
composición de gases en el interior del cuerpo tenderá a ser la misma que en el exterior
del mismo), la cual está presente en toda la Naturaleza. |
Una recompresión
debajo del agua resulta en una absorción añadida de nitrógeno por parte de los
buceadores.
El resultado de esta práctica suele ser peor en casos de una eventual salida a superficie
(por frío o falta de aire) ya que los síntomas pueden empeorar.
Además, la comunicación con el buceador afectado va de difícil a imposible.
Si el buceador no está perfectamente
consciente, corre el riesgo de ahogarse. El mejor consejo en esta materia es NO
EFECTUAR LA RECOMPRESIÓN BAJO EL AGUA.
PRIMEROS AUXILIOS
En un supuesto accidente de
descompresión la primera pregunta a hacernos es: ¿Ha respirado el afectado aire
comprimido debajo del agua?
Esto es independiente del origen de este aire (botella, latiguillo, cualquier recipiente)
y de la profundidad.
Si la respuesta es NO, efectuar la reanimación cardiopulmonar
y suministrar oxigeno si es necesario. Llevar al afectado al hospital más próximo con la
idea de que probablemente no es un accidente de descompresión.
Si el afectado SI ha respirado aire comprimido bajo el agua y
solo tiene síntomas leves (fatiga o comezón) colocarlo si es posible en posición
lateral (como hemos visto antes) y suministrarle oxígeno y agua para beber mientras lo
mantenemos en observación.
Si estos síntomas leves remiten completamente en 30 minutos, hacer que un médico
especialista en buceadores efectúe una revisión al afectado lo antes posible. Si, en
cambio, los síntomas no pasan, buscar ayuda médica y tratarlo como un caso grave.
Si el afectado respiró aire comprimido bajo el agua y tiene síntomas graves deberemos
tener en todo momento presentes estas normas:
- Aire. Ver que el afectado tenga
las vías respiratorias libres para que pueda respirar (limpiar la boca de cualquier
objeto o substancia que impida la respiración normal: vómito, tierra).
- Respiración. Comprobar que el
afectado respire.
- Circulación. Comprobar que el
afectado tenga pulso en la carótida.
Estos tres puntos aseguran que el
afectado tenga suficiente oxígeno.
Además seguiremos estos pasos:
- Si es necesario efectuaremos la reanimación
cardiopulmonar con el buceador afectado de espaldas al suelo. En caso de vómito lo
pondremos de costado como ya hemos explicado.
- Mantener libres las vías respiratorias del
buceador y evitar la aspiración de vómito, eliminando cualquier substancia de la boca y
garganta. Un buceador inconsciente solo debería ser entubado por personal debidamente
entrenado. Si esto no es posible, colocar al buceador en posición lateral, como se ha
descrito antes.
Administrar oxígeno ajustando al
máximo la mascarilla. La concentración de oxígeno deberá ser la más alta posible. No
quitar la mascarilla a menos que tengamos que mantener las vías respiratorias libres (si
vomita) o si el buceador está inconsciente o semi-consciente.
- Mantener al buceador en la posición lateral
descrita anteriormente, si los síntomas han aparecido en los 10 minutos posteriores al
final de la inmersión y se han seguido los pasos 1 a 3.
- Si aparecen convulsiones, poner al buceador de lado
(aguantándole la cabeza y el cuello) y liberar las vías respiratorias de vómito.
Aguantar al buceador para evitar que se haga daño y no intentar entubarlo. Continuar el
suministro de oxígeno.
- Proteger al buceador de calor, frío, humedad o
humos nocivos en cantidad excesiva.
- Sólo para buceadores CONSCIENTES. Darles líquidos
no alcohólicos tales como agua o jugos de frutas.
- Transportar al buceador al hospital más cercano
para que evalúen su estado y lo preparen para ser transportado a la cámara hiperbárica
más cercana si es necesario.
- Solo para médicos o personas con formación
médica. En casos graves o de pérdida de consciencia es necesario el reemplazo de fluidos
corporales por vía intravenosa. Puede usarse solución salina normal. No se recomienda el
uso de soluciones que contengan dextrosa (glucosa) en pacientes con síntomas
neurológicos. (El tratamiento con fluidos intravenosos no debe ser realizado más que por
personal debidamente preparado, necesita un cuidado profesional).
Llamar a un centro especializado, a
poder ser que disponga de cámara hiperbárica. En nuestra zona tenemos los siguientes:
Hospital de la Creu Roja
C/ Dos de Maig, 301
Barcelona
Tel: 93.433.15.51
93.450.37.36
Hospital de Palamós
C/ Hospital, 36
Palamós
Girona
Tel: 972.60.06.20 |
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Al llamar
especificaremos claramente que se trata de una emergencia de descompresión.
- Si se efectúa una evacuación por aire, es
preferible no crearle más problemas al buceador al exponerlo a una presión barométrica
menor, lo que es normal a cierta altitud. Las tripulaciones de vuelo deberán ajustar la
presión en cabina a la del nivel del mar, o en aviones o helicópteros sin presurizar,
volar tan bajo como sea posible.
- Contactar con el hospital o centro médico antes de
efectuar la evacuación. Si es posible, contactaremos con un hospital que disponga de
cámara hiperbárica.
- Llevar todo el equipo de buceo junto con el
submarinista, en especial el ordenador de buceo, para ayudar a determinar la causa o
gravedad de la afección. Cualquier explicación añadida, como el perfil de inmersión,
enfermedades del buceador, historia médica y primeros auxilios efectuados son de mucha
utilidad.
Existen cursos para aprender a
resolver problemas relacionados con la inmersión. Creo que el interés de dichos cursos
es incuestionable, ¿ y vosotros ?

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