¿Es mejor
efectuar la
parada de descompresión en
posición vertical u horizontal?
por Ernest Campbell
Traducción y adaptación de Miquel
Pontes
s un hecho que hay un gradiente de presión
hidrostática entre la parte superior e inferior del cuerpo humano cuando
éste se halla sumergido en agua en posición vertical. Damos por sentado
también que hay una cierta diferencia en los efectos de las leyes físicas
que afectan a las diferentes partes de dicho cuerpo. Esta diferencia se hace
progresivamente mayor cuando el buceador asciende hacia la superficie.
Los que defienden la posición horizontal para realizar la descompresión
creen que las paradas de descompresión son tan importantes que este efecto
debe tenerse en cuenta. También opinan que el ejercicio moderado que el
buceador debe hacer para mantener esta posición horizontal es beneficioso
para el proceso de expulsión del nitrógeno acumulado en la sangre durante la
inmersión. La posición horizontal debería ayudar asimismo al flujo sanguíneo
de las piernas, ya que la presión venosa es menor cuando uno está en
posición horizontal que cuando mantenemos la posición vertical; otro punto que beneficia al proceso de intercambio de
gases.
Por contra, algunos buceadores tienen dificultades para mantener la posición
horizontal sin algún tipo de estabilizador y, además, existe el riesgo de
que el buceador no vea las indicaciones que se le puedan hacer desde una
cota superior o desde la superficie por no estar mirando en esta dirección.
Para solventar el tema de la estabilidad en posición
horizontal se puede aconsejar a los menos experimentados que naden
lentamente en círculos, lo que facilita la posición horizontal y el
ejercicio suave, factores ambos que facilitan teóricamente la descompresión.
Probablemente el tema de la posición vertical u horizontal no es demasiado
relevante para el buceador deportivo que no hace inmersiones con paradas de
descompresión y que únicamente hace las paradas de seguridad pertinentes
pero, para otros tipos de buceo más complicados, la posición en que se hacen
dichas paradas podría ser la clave que evite numerosos accidentes de buceo.
© Ernest Campbell y Kenneth McIntyre |