Por supuesto, pueden haber otros tipos de hernia: umbilical
(ombligo), incisional (después de una operación), diafragmatica (entre el abdomen y la
cavidad torácica), interna (una vuelta del intestino introducida en la herida provocada
por una intervención quirúrgica), femoral (otro tipo de hernia en la ingle), y otros
tipos mucho menos frecuentes.
Todas las hernias son peligrosas, ya que existe el riesgo de que
una vuelta del intestino quede atrapada (nudo), estrangulada (sin suministro de sangre),
obstruida (bloqueo del flujo intestinal) además de existir la posibilidad de muerte del
afectado.
Que una hernia debe ser corregida está fuera de cuestión, así
como el hecho de que una hernia no operada es una contraindicación para el buceo hasta
que se solucione el problema. El peligro para el buceo proviene de los efectos de la
presión del gas contenido en el intestino.
Si no es corregida, una hernia previamente asintomática puede ser
empujada a través del anillo de la hernia y quedar atrapada. Si esto ocurre cuando el
buceador mueve grandes pesos (al preparar y ponerse la botella de aire comprimido) el aire
contenido en el lazo aumenta su volumen debido a los efectos de la ley de Boyle durante el
ascenso, lo que lleva a la estrangulacion u obstrucción y a la necesidad de efectuar
cirugía urgentemente. Llegar a un hospital debidamente preparado no siempre es fácil en
algunos de los lugares a los que vamos a bucear.
Teóricamente el mismo proceso puede ocurrir con cualquier vuelta
intestinal llena de gas en cualquiera de las hernias descritas anteriormente.
Para volver a bucear después de haber sido sometido a una
intervención reparadora de una hernia, deberemos esperar a que la herida cicatrice
completamente y seguir siempre el consejo del médico. La herida debe haber cicatrizado
completamente y no deben haber ningún tipo de complicaciones, como neumonitis o trombosis
venosa aguda.
La forma de colocarnos el cinturón de plomos es un tema muy
importante después de una intervención de hernia.