El monstruo del
lago Ness
por Miquel Pontes
 ace
no menos de 1500 años que existe una leyenda en los Highlands de Escocia.
Habla esta leyenda de un temible dragón que vive en un lago negro. Habla
esta leyenda del monstruo del Lago Ness. Cuentan que devoraba reses enteras,
y que también devoraba a los incautos que se acercaban demasiado. Salvo a
uno que hizo la señal de la cruz.
El Lago Negro (Loch Ness) del condado de
Iverness tiene 56 Km2 de extensión y una profundidad máxima de 240 m. Nadie
puso nunca en duda la leyenda del monstruo más famoso de todos los tiempos.
Ningún otro animal ha sido objeto de tantos avistamientos, tantas
fotografías indescifrables, tantas expediciones científicas infructuosas, ni
tanta polémica.
La
imagen más popular de este monstruo (con la inestimable ayuda de la
industria cinematográfica de Hollywood) parece corresponder a la de un
plesiosaurio, un dinosaurio acuático de tamaño medio y costumbres carnívoras,
común a finales del Cretácico y principios del Jurásico. La mayor parte de
las personas que han observado este animal lo describen con un largo cuello,
un cuerpo robusto y unas aletas en forma de rombo. Incluso se le asignó un
nombre científico: Nessiteros rhombopteryx.
Pero Nessie, nombre con el que se
denomina popularmente al monstruo, ha provocado demasiada polémica como
para que las hipótesis sobre su fisionomía queden reducidas a una sola. Se ha sugerido que el monstruo es
una especie de foca, aunque las dimensiones no concuerdan. También se ha
especulado con la posibilidad de que fuera una anguila gigante, una enorme
nutria, una orca, un calderón, un pez gigante, un invertebrado de hace 280
millones de años conocido como “monstruo
tully” o incluso un anfibio ictiófago del periodo carbonífero.
Pero la opción más atractiva para el
público parece ser la del plesiosaurio.
A
los numerosos avistamientos se unen la miríada de fotografías en las que se
"observa" a Nessie ó parte de él. Muchas de ellas son fraudes, pero hay
algunas bastante famosas, y el resto no son determinantes para identificar
nada.
Los testimonios son tan abundantes que
Nessie ha sido tomado en serio por muchos científicos, que han
organizado expediciones para documentar su posible existencia.
Entre ellos
destaca la expedición, patrocinada por la prestigiosa National Geographic
Society, dirigida en 1970 por el Dr. Robert Ballard (la misma persona que,
posteriormente encontró el Titanic). Ésta fue la expedición más importante que
ha intentado desvelar el misterio. No se reparó en gastos: cámaras subacuáticas, sonar, scanners... pero el resultado fué más bien magro: una
gran población de truchas, algunas teteras y varios zapatos, pero ningún
monstruo marino.
En
1991 un tal Stewart Campbell estudió todos los datos disponibles sobre el
lago Ness y llegó a la conclusión de que no hay razón para creer que exista
nada anormal en el lago.
Para Campbell, la leyenda tiene su origen
en el avistamiento de un gran tronco de árbol hundido que afloró a la
superficie debido a los gases de descomposición de la materia orgánica del
fondo del lago. ¿El resultado? burbujas, chapoteo y una gran masa de color
marrón que se volvía a hundir una vez liberados todos los gases.
¿No se parece esta explicación a la mayor
parte de los testimonios sobre el monstruo?
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