M@re Nostrum

Expedición Malaspina
(1789-1794)
por Alfonso Vaquero


Retrato de Alejandro Malaspina
con uniforme de Brigadier de la Armada.
Anónimo. Museo Naval

a han pasado más de doscientos años desde aquel 30 de Julio de 1789, cuando bajo el mando de Alejandro Malaspina, zarparon del puerto de Cádiz las corbetas "Descubierta" y "Atrevida", iniciando así un memorable viaje en cuyo periplo recorrerían la mayor parte del Imperio Español.

La gran magnitud de su viaje no sólo se debe a la gran distancia recorrida, sino al espíritu ilustrado que lo caracterizó. Pero empecemos por el principio, ¿quién era Alejandro Malaspina?.

Alejandro Malaspina, nació en el pueblo italiano de Mulazzo en el año 1754. Perteneciente a una noble familia, recibió una refinada educación en el Colegio Clementino de Roma, el cual gozaba de gran prestigio, y donde adquirió sus conocimientos humanistas.

Ya en su adolescencia, se inclinó por la carrera de las armas y entró como guardiamarina en la Armada Española. Su prestigio va en aumento y es reconocido como uno de los mejores marinos del momento.

Es en ese momento de su vida cuando surge la idea de realizar un gran viaje con carácter científico a través de las posesiones españolas en ultramar. En su proyecto se recogen cientos de estudios hidrográficos, zoológicos, botánicos y astronómicos, pero también el estudio político y económico, lo que a la larga le deparó graves disgustos.

En el momento de zarpar los barcos, su primer objetivo es el puerto de Montevideo, a donde llegan en 52 días de tranquila navegación por el Atlántico.

Estando allí deciden hacer una excursión al pequeño poblado de Maldonado, formado por casas de barro en una zona de arenales y pantanos. Este lugar se conoce en la actualidad como Punta del Este y es una de las zonas turísticas más conocidas internacionalmente.

Tras una breve estancia en Buenos Aires, el 3 de Diciembre de 1789 mantienen el primer encuentro con los habitantes de la Patagonia, conocidos como patagones.

Sobre este desconocido pueblo circulaba la leyenda de su gigantesca estatura, según los testimonios recogidos por numerosos marinos como Byron y Boungainville y que fue muy comentada por toda Europa, incluyendo a los más grandes sabios de la Ilustración como Malpertius, Buffon, Voltaire, Diderot y muchos otros.

La expedición española convivió unos días con ellos, descubriendo unas gentes nobles muy lejos de todas las fantasías que se comentaban sobre ellos.

Desde allí se dirigieron a las Malvinas, donde España mantenía un establecimiento formado por convictos y soldados.


El Cabo de Hornos, una inmensa masa de granito de cuatrocientos metros de altura, precipitándose hacia el mar, en perpetuo desafio

Tras una cortísima estancia se deciden a entrar en el Océano Pacífico a través del Cabo de Hornos, punta sur del continente americano y que todavía estaba sin cartografiar.

Desde allí, el primer puerto refugio es la isla de Chiloé, situada a más de 2.000 kilómetros. Para llegar atraviesan los parajes más inhóspitos para la supervivencia humana. Aún hoy, a las puertas del siglo XXI, estas tierras siguen despobladas.

Continúan viaje hacia el norte pero, mientras la "Atrevida" se dirige al puerto de Valparaíso, la "Descubierta" lo hace hacia la isla de Juan Fernández.

Esta isla fue durante siglos refugio de piratas, corsarios y balleneros, pero su visitante más famoso fue Alexander Selkirk, marino de origen escocés que sobrevivió en la más completa soledad durante 4 años y 4 meses, tras ser abandonado allí a su suerte.

Cuando por fin regresó a su país, su historia llegó a oídos de Daniel Defoé, y le sirvió de base para su novela Robinson Crusoe.

Reunidos de nuevo en Valparaíso, prosiguen su rumbo haciendo escala en Santiago de Chile -donde se les incorpora el naturalista de origen checo Tadeo Haenke- y posteriormente se detienen en El Callao, en Guayaquil y en Panamá, hasta llegar a las actuales costas de México, en aquella época llamada Nueva España.

Allí se dedicaron a visitar los enclaves más importantes, como México, la capital del virreinato, Guanajuato, conocida por sus minas de plata, y Acapulco, el puerto más importante del Pacífico y donde recalaba el Galeón de Manila, que hacía la ruta comercial desde el archipiélago de las Filipinas.


Poste totémico realizado por los tinglit con motivos funerarios.
Dibujo realizado por Fernando Brambila. Museo Naval

El siguiente reto de Malaspina fue dirigirse al norte a buscar el llamado Paso del Noroeste, que se suponía unía los océanos Pacífico y Atlántico.

Recorren las costas de Alaska y entran en contacto con las tribus indias de los tingli e incluso llegan a encontrarse con esquimales.

Después de cartografiar extensamente toda la zona regresan al sur, hasta el puerto de Monterrey, en California, donde existían varios asentamientos hispanos, la mayor parte misiones o centros penitenciarios.

Posteriormente, inicia la travesía más larga de todas y que le conduciría hasta las islas Filipinas. En Manila, la capital, fallece el naturalista Antonio Pineda, el cual tenía a su cargo la coordinación de todas las tareas naturalistas y que supuso un duro golpe para los expedicionarios.

Su posterior objetivo sería Australia y más concretamente el puerto de Sydney. En aquella colonia británica fueron amablemente acogidos, dado el carácter científico de las embarcaciones visitantes.


Baile en la playa de Nutka
por Tomás de Suria. Museo Naval

Desde allí, se dirigen al archipiélago de las Tonga, donde son agasajados por los indígenas, encabezados por su jefe Vuna, con el que Malaspina hizo gran amistad. En aquella estancia quedó bien patente el mito del buen salvaje.

El regreso de la expedición, se realiza a través de América, dejando por tanto sin completar la circunnavegación del globo, pero según parece el cansancio y la tensión acumulada durante el largo viaje hacían peligrar la convivencia a bordo.

Haciendo escala en El Callao y tras doblar de nuevo el Cabo de Hornos, llegan a Cádiz el 21 de Septiembre de 1.794.

La situación en España es muy distinta a la de su partida, sus amigos, que habían impulsado el proyecto, han sido sustituidos por otras personas que apenas sienten interés por las posibles aportaciones de aquel viaje; aún así, se le encarga que redacte los informes pertinentes.


Galeria natural en el Estrecho de Juan de Fuca
En la actualidad este lugar recibe el nombre de Galeria Malaspina. Dibujo realizado por Fernando Brambila
.
Museo de América

En ellos se dedica a descalificar la situación política y financiera de las colonias y propone un gobierno más liberal representado por personajes de gran prestigio como son el Duque de Alba, Jovellanos o el Conde de Revillagigedo.

Al año siguiente la monarquía absolutista española se encuentra en declive y en un intento de evitar su caída, busca dar un golpe de efecto y califica las ideas de Malaspina de conspiración.

Malaspina es detenido, juzgado y encarcelado en el castillo de San Antón en La Coruña, sirviendo así de víctima propiciatoria y pasando totalmente al olvido hasta el año 1803, en el que regresa a Italia. Allí permanecerá hasta el 9 de Abril de 1810, fecha en la que fallece.

Triste es saber que, como casi siempre sucede en nuestro país, no se supo aprovechar los conocimientos geográficos, biológicos, antropológicos y políticos que proporcionó tan magna expedición y han tenido que pasar más de dos siglos para que se le reconozca su gran valor.

Afortunadamente toda la documentación, aunque olvidada, fue custodiada en diversos archivos y gracias a ello se ha podido constatar la verdadera magnitud de aquella empresa, cumbre de la Ilustración Española.

© Texto y fotos: Alfonso Vaquero 1998

 

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Última modificación: 01 enero 2024 10:18


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